SALA DE LECTURA CRISTOLÓGICA 2012

BIENVENIDAS Y BIENVENIDOS!!!

Entra y siéntate a leer con nosotras y nosotros algunas cristología. Aquí puedes encontrar los libros en formato PDF. La mayoría de estos documentos son adquiridos por Internet. Se trata de otra mirada a ese hombre llamado Jesús de Nazareth, ese quien tomo partido a favor de los oprimidos, excluidos y empobrecidos!!! Ese de quien Santa Teresa dice: 

 

“… ni aborrecisteis, Señor… las mujeres, antes las favorecisteis siempre con mucha piedad y hallasteis en ellas tanto amor y más fe que en los hombres... ¿No basta, Señor, que nos tiene el mundo acorraladas… que no hagamos cosa que valga nada por Vos en público, ni osemos hablar algunas verdades que lloramos en secreto, sino que no nos habíais de oír petición tan justa? No lo creo yo… que sois juez justo y no como los jueces del mundo, que como son hijos de Adán y, en fin, todos varones, no hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa. Si, que algún día ha de haber, Rey mío, que se conozcan todos… veo los tiempos de manera que no es razón desechar ánimos virtuosos y fuertes, aunque sean de mujeres” (CE 4,1; CV 3,7).

 

Sospecho de cualquier cristología que no tenga esta característica. Compartiré con Ustedes algunas obras de teologas y teologos con perspectiva inclusiva y respetuosa de la diversidad.

 

Por otro lado no tiene sentido leer o hacer reflexión teológica en solitario. Por eso, después de cada presentación de los libros, se abrirá un espacio para la reflexión conjunta. Se parcelará el material y se brindarán algunas claves de lectura si esto ayuda.

 

COMENCEMOS "EN COMPAÑIA"NUESTRA DANZA REFLEXIVA!!!  


JESÚS, APROXIMACIÓN HISTÓRICA

JESÚS, APROXIMACIÓN HISTÓRICA.
JOSÉ ANTONIO PAGOLA (Añorga, Guipúzcoa, 1937) cursó sus estudios de teología y ciencias bíblicas en la Pontificia Universidad Gregoriana y el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, y en L'École Biblique et Archéologique Franc;aise de Jerusalén. Ha sido profesor de Cristología en la Facultad Teológica del Norte de España (Vitoria). Autor de diversas obras de teología y pastoral, sobre Jesucristo ha publicado: Catequesis cristológicas (1975); Jesús de Nazaret. El hombre y su mensaje (1981); ¿Qué sabemos del Jesús histórico? (1983); Jesús y la misericordia (2005); Jesús ante la mujer (2006). En la actualidad es director del Instituto de Teología y Pastoral de San Sebastián. Desde hace siete años se dedica exclusivamente a investigar y dar a conocer la persona de Jesús. En PPC ha publicado Padre nuestro. Orar con el espíritu de Jesús (2-2003) y Salmos para rezar desde la vida (5-2004).
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1. JUDÍO DE GALILEA

Quien fue Jesús? Qué secreto se encierra en este galileo fascinante, nacido hace dos mil años en una aldea insignificate del imperio romano y ejecutado como malechor cerca de una vieja cantera, en las afueras de Jerusalén, cuando rodaba los treinta años? Cómo entendió su vida? Qué defendió? Dónde está la fuerza de su persona y la originalidad de su mensaje? Por qué lo mataron? En qué terminó la aventura de su vida?  (Ver introducción del libro). Piensa en tus propias preguntas...

 

Te invito a realizar juntas/os este viaje de encuentro con Jesús y a compartirlo. Nos aprovecharemos de este espacio virtual. Encontrarás a continuación algunas pautas para el compartir, utilízalas sólo si te sirven. Si son un estorbo, no dudes en dejarlas de lado. Puedes tú misma/o idearte tus propias claves para el compartir.

 

 

PAUTAS PARA EL COMPARTIR:


(Antes que todo te sugiero que leas la presentación, es muy interesante).

 

  1. Qué sentimientos y emociones fueron emergiendo a lo largo de toda la lectura? 
  2. Tal vez quisieras explicar el por qué de esas emociones y sentimientos.
  3. Elige una de las situaciones del contexto concreto de la Galilea contemplada en este primer capítulo, y haz un parangón con alguna de las situaciones que vivimos en la actualidad.
  4. Escribe a continuación tu comentario teniendo en cuenta estas pautas y otras que tú puedas idearte. Gracias por compartir!!!

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Comentarios: 12 (Discusión cerrada)
  • #1

    nancyolayamonsalve (sábado, 11 febrero 2012 15:36)

    Este capítulo ha sido especialmente significativo para mi y ha despertado sentimientos contradictorios. Voy a tratar de expresar las razones.

    Me gustó recordar su nombre en arameo: "Yeshúa": Yahvé Salva. Dice el autor que probablemente le gustaba su nombre de pila. Me imaginé a Jesús presentándose en público como: Yeshúa bar Yosef. Se puede percibir el puesto preponderante que ocupa en esta sociedad los ancestros. Conecté emocionalmente con este aspecto.

    También me resonó recordar que Jesús fue una persona como todas o como muchas: galileo de Nazaret, artesano... Se me vienen a mi mente rostros de campesinas/os, gente humilde y sencilla. Es buena noticia para muchas/os y para otros no deja de ser escandaloso.

    Por otro lado, surgieron en mi interior, emociones muy fuertes de rabia, indignación, impotencia y dolor... En tiempo de Jesús, son los campesinos los que sostienen la economía del país y mantienen la minoría dirigente, pues en las ciudades no se produce y las élites son mantenidas por ellos.

    Esta situación es cuestión del pasado? Sabemos que no. Hoy en día esta clase de explotación de personas por una grupo minoritario se ha refinado aún más. Podría resumirlo así: El valor total de las cosas hechas por el obrero/a supera el valor del salario, esto produce plusvalía. El sistema actual, es tan injusto o tal vez peor, que el sistema económico de tiempo de Jesús. Qué palabra tenemos los cristianos frente a este hecho? Cómo nos posicionamos aquí? Qué acción política hacemos?

  • #2

    Lina María (domingo, 12 febrero 2012 13:19)

    La lectura de este primer capítulo me ha gustado mucho pues, como lo dice el autor, es importante saber "quién está al origen de mi fe cristiana" y qué mejor forma de hacerlo que acercándonos al contexto en el que vivió Jesús para entender mejor su mensaje desde las formas particulares que usaba para expresarse.

    Descubrí una gran sensibilidad en las palabras del autor al referirse a Jesús. Se percibe en ellas una bella cercanía a Él y al profundo valor que concede a su "Buena noticia", una buena noticia que a mi parecer tendríamos que resignificar, recuperando esa filosofía de vida que realmente quería transmitir Jesús y que a través de escritos, narraciones y por intereses creados de unos y otros, nos ha conducido a prácticas poco coherentes con su mensaje.

    Por otro lado, no puedo dejar de mencionar los sentimientos de rabia, tristeza, desconcierto... que me producía el constatar como gran parte de ese sistema violento e injusto en el que vivió Jesús, se reproduce hoy con las mismas y nuevas prácticas que oprimen a una gran mayoría de la sociedad. Injusticia salarial, inequidad, desplazamientos forzados llevando a los campesinos a perder sus tierras, su medio de sustento; prácticas violentas (físicas y psicológicas) para demostrar poder y control,dominar e imponer ideas. Cada vez se crean nuevos y más altos impuestos con los que termina beneficiándose la élite de nuestra sociedad; fuerte endeudamiento de personas de la clase media y baja que los conduce a buscar otras posibilidades de sustento aunque vayan en contra de sus principios.

    Si Jesús volviera a nacer en esta época y en esta sociedad ¿se sentiría extraño? mmm... !Seguramente que no!. Se encontraría con nuevas y peores formas de injusticia provocadas y "permitidas" por muchos de los que decimos llamarnos cristianos y que no sabemos posicionarnos de una manera distinta frente a esta dolorosa realidad.

  • #3

    Alejandra Tabares Fajardo (lunes, 13 febrero 2012 21:30)

    Jesús es siempre una persona que admirablemente me atrae, apasiona y cuestiona. Descubrir en estas primeras páginas un poco más de su rastro histórico ha iluminado más mi forma de entender su realidad, de encontrarle una vez más encarnado en medio de la sencillez de su cotidiano Galilea, pero también de la cruel estructura política que oprimía su vida, su pueblo.
    Dentro de los sentimientos que produjo en mí la lectura de estas líneas, está el asombro y la alegría de reconocer un rostro de Jesús untado de cotidianidad de su tierra, de sus costumbres, tradiciones, de su campo, de su gente, de sus posibilidades y sus dificultades. Jesús con un acento particular, con agudeza de corazón y de palabras para saber llevar ese rostro cercano de Dios a quienes más lo necesitaban. También pude ir y volver como un péndulo entre su momento histórico y el nuestro… las cosas no cambian mucho, hacer lectura de su contexto nos revela que el anhelo de poder sigue generando estragos aquí. La desigualdad y las injusticias pasan delante de nuestros ojos y también se generan en medio de lo más sencillo.
    Personalmente me cuestiona como creyente y como docente sobre la responsabilidad de trabajar desde lo pequeño (y grande!) de cada una de las aulas, pues el Evangelio sigue siendo un tesoro en nuestras manos, un anuncio y trabajo que espera resonar con fuerza y hacerse vida cada vez en la realidad concreta y cercana.

  • #4

    Dora Leonor y Diego Mauricio (martes, 14 febrero 2012 23:32)


    Sin duda alguna, Jesús representó en su tiempo una figura fuera de lo común. Sus palabras y hechos confirmaron su divina misión: el de RESCATAR A LA PERSONA HUMANA, DEVOLVIENDOLE LA DIGNIDAD DE HIJOS E HIJAS DE DIOS. Pero, decir esto en tiempo s de Jesús equivale a ir en contra del sistema político e inclusive religioso. Israel sufrió en carne propia las injusticias del poder temporal debido a su fe monoteísta y a su práctica religiosa en el templo. Jesús mismo creció con estas estructuras que someten a los más débiles en el campo económico, jurídico y hasta religioso (culto al emperador).
    En cierta manera, hoy día se viven situaciones de sometimiento no muy diferentes a las que se vivió en tiempos de Jesús. Los que tienen el poder económico y político se valen de estrategias camufladas para someter y vulnerar los derechos humanos.
    Jesucristo es pues ese paradigma que rompe con cualquier situación o poder aniquilador de la persona. Su pedagogía de amor es una critica a todo sistema que afecta la dignidad. Por eso su mensaje va en contravía de lo que socialmente se vivía en su entorno. “Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las *naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad.43 Pero entre ustedes no debe ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser su servidor,44 y el que quiera ser el primero deberá ser *esclavo de todos “ Mc 10, 42-44

  • #5

    José William Ospina Castaño (miércoles, 15 febrero 2012 06:43)

    “No me interesa vivir de un Jesús inventado por mí ni por nadie. Deseo aproximarme con el mayor rigor posible a su persona: ¿quién fue? ¿Cómo entendió su vida? ¿Qué defendió? ¿Dónde está la fuerza de su persona y la originalidad de su mensaje? ¿Por qué lo mataron? ¿En qué terminó la aventura de su vida”
    JOSÉ ANTONIO PAGOLA

    Estas y otras preguntas que presenta el autor en su introducción, despiertan un gran interés por conocer una aproximación histórica más real de la vida y obra de Jesús.
    Para cualquier persona independiente de su creencia religiosa, resulta muy interesante conocer los resultados de una investigación de este tipo, sobre todo por quien las presenta, un respetado y calificado científico.

    En el primer capítulo se presenta una radiografía muy completa del contexto social, cultural y político en el cual vivió Jesús en su juventud, una sociedad esclava de sus creencias en dioses inventados por el hombre, un pueblo subyugado y esclavizado por unos “señores” con el poder militar y político para imponer sus leyes y explotar al pueblo.

    También se destaca la descripción de un Jesús tranquilo, sencillo, humano que vive en medio de la gente en un pequeño pueblo.

    Es importante hacer un poco de comparación con los pueblos de hoy, donde muchos “viven” oprimidos y esclavizados por un régimen que los explota y cada vez se enriquece más. Realmente no hay mucha diferencia con esa época histórica.

    José William Ospina Castaño

  • #6

    Ruben Dario (miércoles, 15 febrero 2012 18:50)

    Escribir de Jesús el galileo, el hombre que vino a mostrarle a las maquinarias políticas, sociales, económicas y religiosas de su tiempo, que por encima de cualquier estamento o posición social, está el ser humano. No temió antes bien las enfrentó con el poder de la palabra y su ejemplo de vida, y trato de concientizar a sus conciudadanos que las cosas pueden cambiar,que todos podemos ser agentes de cambio y "derribar" cualquier estructura por mas poderosa que esta sea.

    Las personas de su tiempo estaban cansadas de sufrir, de ser oprimidas y esclavizadas, es por esto que su mensaje tiene eco y resonancia y se metio en lo mas profundo de sus almas.

  • #7

    Olga Cecilia Ramírez Cardona (sábado, 25 febrero 2012 19:01)

    Cuando se conoce poco a poco a Jesús, es difícil apartarse de Él, mi experiencia en la búsqueda de Jesús, ha llegado a formar en mí una mente abierta para encontrar respuestas; lo que encuentro al leer a Jesús en la biblia, me permite seguir orientándome hacia la verdad, la dignidad y la fe puesta en esa esperanza de salvación que vivo en mi corazón y en encontrar respuestas que he creído no hallar, por no comprender que el tiempo de Dios es diferente.
    Diferente de otros, apegados a unos acontecimientos surgidos en la vida de Jesús, sacan excusas para alejarse por no encontrar una respuesta pronta y asertiva, cuando no estamos seguros de algo buscamos otras opciones, al no tener seguridad de la grandeza de Dios nos dejamos llevar por muchos cuentos que en el fondo sólo van búsqueda de escuchar la respuesta que queremos oír.
    Leyendo este capítulo, siento alegría de recordar la grandeza de Dios al poner a Jesús delante de nosotros; con la sencillez y el común de otras personas, incluido en un mundo de sometimiento y sintiendo como unos pocos tienen el poder; los escenarios me recuerdan la vida actual, viviendo situaciones sociales y económicas semejantes y difíciles, siento a Jesús como en mi propio país, esto lo hace más cercano, más identificado con la gente sencilla, con las personas del común; desde su infancia Dios quiso que Jesús viviera como todos, con incomodidades, al lado de las injusticias, pero a la vez en su espacio de familia y esto hace que con su gran sabiduría se entregue a las personas más débiles y brinde su apoyo al que lo necesita, aprovecha cada espacio para llevar su mensaje de amor, de un mundo nuevo donde Dios reina con los justos y fortalece al afligido.
    Acá creo empieza mi misión, llevar a los que están a mi lado ese mensaje de amor, continuar la labor de transmitir lo que conozco de ese reino prometido a las personas más cercanas y así ampliar el grupo de los deseamos encontrarnos con Él.

  • #8

    Adriana Maria Castaño F. (domingo, 26 febrero 2012 12:29)

    Conocer la vida, la trayectoria, pero sobre todo la historia de Jesús genera en mi un gran sentimiento de admiración; el analizar cada palabra, cada apartado en que el autor hace referencia a la sencillez con que Él vivió, la reafirmo en la frase: “La vida concreta de Jesús es la que sacude el alma; sus palabras sencillas y penetrantes seducen”.
    Desde el nacimiento de Jesús y en cada situación de su vida se evidenció humildad, simplicidad, modestia, comenzando por su nombre que en esa época era tan común, tan corriente, que requería añadirle algo más para poderlo identificar. El adentrarnos en sus raíces ¿su nombre? ¿de dónde es?¿a qué familia pertenece? ¿a qué grupo familiar pertenece? Nos habla más de la PERSONA DE JESÚS. Y es eso lo que más me anima a escudriñar, a conocer y a dar respuesta a través de la lectura al interrogante: ¿Por qué su nombre no ha caído en el olvido?
    Pienso que Jesús fue, es y será el centro de la historia; su vida y obra se desarrolló principalmente en Galilea, predicando especialmente a los judíos y hoy quiere llegar a cada uno de nosotros, no para dejar de ser el Galileo, el hombre del común… porque después de todo Él no vino al mundo para figurar en los medios de comunicación, el arte, la fama, sino, para ser ejemplo de vida en nuestro vivir cotidiano.
    Adriana María Castaño

  • #9

    Claudia María Palacio L (lunes, 27 febrero 2012 21:00)

    Al leer este primer capítulo, es imposible dejar de relacionar las vivencias de Jesús en el contexto de aquella época y nuestras vivencias actuales, es como si estuviéramos repitiendo la misma historia pero con actores diferentes y en escenarios diferentes. La misma pobreza, injusticia y desigualdad, las mismas luchas de poder y las mismas diferencias económicas que hacen que cada vez los ricos sean más ricos y los pobres, cada vez más pobres.
    Siempre pensé que toda aquella sabiduría de Jesús le llegaba por gracia de Dios y El era ese maravilloso elegido para trasmitir en aquella época esas verdades que desestabilizaron a tantos. Hoy reconozco la sensibilidad de ese Jesús que tenía que padecer en carne propia toda aquella realidad, no solo la de su persecución, pasión y muerte, sino la misma realidad que cualquier persona del común estaba expuesta a vivir; ahora tiene más sentido para mí la palabra encarnado, no es algo arreglado o forzado, todo lo contario es la respuesta de ese padre Dios en enviar a su hijo para que desde la misma condición humana de todos los mortales, nos dejara ver en El esa valentía del Dios padre, dispuesto a darlo todo por sus hijitos amados.

  • #10

    Luz Adriana Escobar Escobar (jueves, 01 marzo 2012 22:35)

    En este primer capitulo se vislumbra un Jesús muy terrenal, que despierta en mi gran interés por descubrirlo, imaginarlo y ubicarlo en la cotidianidad de un pueblo, integrado y compartido con una comunidad de pescadores, cobradores de impuestos, prostitutas, campesinos que buscan ser liberados de las injusticias, opresiones, pobreza, esclavitud del imperio Romano, y en la que Él ”el galileo” llega a transformar a cambiar no con violencia, por el contrario con humildad y sencillez pregonando su buena noticia, dando esperanza de creer nuevamente en el amor, de mirar al otro con ojos nuevos sin importar su condición.

    Esta aproximación histórica de la lectura atrapa, lleva a redescubrir, reinventar y renovar el verdadero sentido del mensaje que ha transformado la historia de la humanidad, a través del hijo encarnado de Dios.

  • #11

    María Paulina Bobadilla (domingo, 04 marzo 2012)

    “Quiero saber quién está en el origen de mi fe cristiana. No me interesa vivir de un Jesús inventado por mí ni por nadie.” Los seres humanos nos hemos dedicado a encontrarle una explicación lógica a lo que nos rodea, nos gusta que nos argumenten los puntos de vista u opiniones y nos empeñamos en hacer que lo otro sea justificado desde la racionalidad.

    Este texto hace un verdadero reto que motiva a su lectura y busca dar una base solidad para que nuestra fe no tenga lugar a dudas y mucho menos sea una apuesta en la que perder no es una opción trágica. La lectura inicial de este texto recrea una realidad social, política y económica que da una imagen muy detallada de como vivió Jesús y como ese contexto no fue nada fácil y tampoco ajeno a nuestra realidad actual.

  • #12

    Martha Correa (sábado, 10 marzo 2012 10:31)

    La lectura del texto me permite dar una mirada y recrear un contexto histórico, geopolítico, cultural, económico, religioso y social similar al que en este siglo estamos viviendo, época de violencia, atropellos, corrupción, desplazamientos, desempleo, carente de políticas públicas incluyentes, justas y equitativas que permitan un digno desarrollo de la persona.

    Al parecer, Jesús conoció a lo largo de su vida el crecimiento de una desigualdad que favorecía a la minoría privilegiada y provocaba inseguridad, pobreza y desintegración de bastantes familias campesinas. Creció el endeudamiento y la pérdida de tierras de los más débiles. Los tribunales de las ciudades pocas veces apoyaban a los campesinos. Aumentó el número de indigentes, jornaleros y prostitutas. Cada vez eran más los pobres y hambrientos que no podían disfrutar de la tierra regalada por Dios a su pueblo. La mayoría son pobres tienen su pequeña casa y su parcela de tierra, y pueden subsistir gracias a su dura vida de trabajo, los indigentes los que no tienen tierra, carecen muchas veces de techo y viven amenazados por el hambre y la desnutrición.

    El texto nos permite visualizar hoy cómo vivía Jesús el sufrimiento de aquel pueblo y con qué pasión buscaba un mundo nuevo, más justo y fraterno, donde Dios pudiera reinar como Padre de todos. Nos invita a sensibilizarnos y a mantenernos unidos a todos de una manera imparcial.

2. VECINO DE NAZARET

Según las fuentes cristianas, Jesús aparece de pronto como un profeta itinerante que recorre los caminos de Galilea, después de haberse distanciado de Juan el Bautista. Es como si antes no hubiera existido.

 

Sin embargo, Jesús no era un desconocido. La gente sabe que se ha criado en Nazaret. Se conoce a sus padres y hermanos. Es hijo de un artesano. Lo llaman Jesús, el de Nazaret. Qué podemos saber de Jesús como vecino de esta pequeña aldea? Esto y mucho más sobre Jesús, lo encontrarás en el capítulo 2 del libro de José Antonio Pagola.

 

A continuación tienes unas claves de lectura para tu compartir. Recuerda que si te ayudan puedes usarlas, de lo contrario, tu misma/o puedes elegir tus propias claves.

 

 

PAUTAS PARA EL COMPARTIR:

 

  1. Qué sentimientos y emociones emergieron en ti, al leer este nuevo capítulo? Puedes compartir los motivos?
  2. Qué es lo que más te llama la atención? Qué te resulta sorprendente, nuevo? Por qué?
  3. Algo del capítulo 2, te hizo contactar con tu propia historia? Qué?
  4. Escribe a continuación tu comentario, no importa la extensión. Gracias por compartir!!!

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Comentarios: 10 (Discusión cerrada)
  • #1

    Nancy Olaya (viernes, 30 marzo 2012 17:54)

    Este es un capítulo muy rico y contiene elementos muy importantes para entender el movimiento de Jesús. Al comenzar a leer, me embargo un sentimiento de gozo y esperanza. Contemplar a Jesús tan cercano, tan real y encarnado en la existencia humana, despierta en mí un gran asombro: “No me parece bien andar el alma en el aire, por mucho que le parece anda llena de Dios. Es gran cosa, mientras vivimos y somos humanas, traerle humano” (Vida 22,9). Desde su propia experiencia espiritual se atreve a aconsejar a su confesor: "Así que vuestra merced, señor, no quiera otro camino, aunque esté en la cumbre de contemplación; por aquí va seguro" (Vida 22,7).

    ¿Qué me resultó sorprendente? Quiero centrarme en una: LA FAMILIA DE JESÚS. Jesús valoró esta realidad de su propia vida como humano, pero tomó postura frente a ciertas dinámicas contrarias al plan de Dios:
    - La autoridad patriarcal, que lo dominaba todo; Jesús habló de relaciones más fraternas donde la autoridad se basaba en el mutuo servicio (Mateo 23,9).
    - La situación de la mujer; apreciadas por su fecundidad y su trabajo en el hogar. Pasaban del control de su padre al de su esposo. Su padre las podía vender como esclavas para pagar deudas. Jesús las defendió de la discriminación, las acogerá entre sus discípulos y adoptará una postura rotunda frente al repudio (Marcos 10,11).

    Ahora diré alguna palabra sobre los hermanos de Jesús. Son muchos los textos que hacen referencia a su familia: “Los evangelios nos informan que tiene cuatro hermanos que se llaman Santiago, José, Judas y Simón, y también algunas hermanas” (Mc 6,1-6 y Mt 13,54-55). Sus hermanos no creen en Él (Juan 7, 5), incluso lo disuaden de su vocación (Cf. Mateo 12, 46). Pero en Pentecostés formaban parte de la comunidad judeo-cristiana (Hechos 1, 14). Jesús tuvo hermanos en el sentido estricto de la palabra (El libro: Un judío marginal de John Meier defiende esta idea. Y otro: Las instituciones del Nuevo Testamento de Xavier Pikaza, dice: “Acepto la virginidad de María y, al mismo tiempo, me parece que lo más probable es que Jesús naciese de la relación carnal de María y José, porque virginidad significa que Jesús nace del misterio de Dios”. Yo añado, la virginidad de María significa la consagración total a la voluntad de Dios, a su plan de salvación. Eso era lo importante en la iglesia primitiva y nadie defendió la virginidad física de María antes del siglo IV con San Jerónimo.

    En lo personal, mi fe no depende de la virginidad física de María. Mi fe depende de lo que vivió Jesús: “se consagró totalmente a algo que se fue apoderando de su corazón: el “reino de Dios”. Fue la pasión y la causa a la que se entregó en cuerpo y alma. Aquel trabajador terminó viviendo para ayudar a acoger el “reino de Dios”. Dejó su familia, empezó a recorrer los pueblos, su única obsesión era anunciarlo.

  • #2

    María Paulina Bobadilla (lunes, 09 abril 2012 10:40)

    La muestra perfecta de que Jesús vivió entre los hombres como uno de ellos es la descripción que hace este capitulo; en el que siendo el hijo de Dios tedió aprender a compartir con quienes lo rodearon, a entender los diversos temperamentos y sobre todo a procurar, de una manera respetuosa, dar a conocer su punto de vista e intentar persuadir a quienes, arraigados a su cultura, faltaban en la caridad con los demás.

    Estamos hablando de la cotidianidad de un pueblo enmarcada por la trascendencia de una familia, la familia de Jesús, la cual, desconociendo su verdadero origen cumplió su papel de acompañar, formar y esperar, aunque al final fuese posible que simplemente se optara por dejar de lado a ese “rebelde” que podría meter en serios problemas a todos, y que en el fondo no pensaba en ellos sino en la humanidad entera.

    “La abundancia de imágenes y observaciones tomadas de la naturaleza nos muestran a un hombre que sabe captar la creación y disfrutarla”, ¿Sabemos nosotros disfrutar de la creación de Dios? Aquellos hombres de la época de Jesús sabían lo importante que era aprovechar un día soleado, lo peligroso de una tormenta o lo necesario de la luna llena para tener una cuenta de su tiempo, pero en ocasiones olvidaron dar gracias al Dios de Moisés por la posibilidad de despertar cada mañana y poder ver un nuevo día.

    Y esto pasaba también con la mujer, la cual “era apreciada sobre todo por su fecundidad y su trabajo en el hogar”, pero para nosotros los católicos, esa mujer debe tener otra connotación, porque es por el sí de una mujer de esa época, es por la entrega voluntaria de María por lo que Jesús estuvo entre nosotros e hizo de su estadía en la tierra un mensaje vivo, una enseñanza desde la practica y el ejemplo propio. Pero no dejemos de lado a los más pequeños, Jesús también fue niño y esta condición le permitió reconocer la inocencia que es necesaria para entrar al reino de lo cielos.

    Ahora bien, sabemos de la vida en familia, del valor y reconocimiento del otro, de la importancia de la comunidad y de la vida de Jesús, la pregunta entonces seria ¿Qué haces tú para vivir a ejemplo de Jesús, si somos conscientes de que vivió como tu y como yo?

  • #3

    Diego Mauricio (lunes, 09 abril 2012 18:35)

    Jesús vecino de Nazaret
    ¡…He ahí la gran riqueza del cristianismo!. La buena nueva, el reino de Dios, el evangelio, la palabra de Dios, en fin, todo lo se quiera titular en nombre del cristianismo tiene como único fundamento y certeza la humanidad y divinidad de Jesucristo, que se explica absolutamente en la premisa del amor a Dios, al prójimo y la creación. De ahí viene la responsabilidad humana: que toda práctica religiosa o principio adquirido o modo de ser o actuar adquiera verdadero sentido si hay coherencia entre lo que se cree, se diga y se actúe.

    Pagola nos ayuda más que a comprender un dato bíblico, a adentrarnos en la persona de Jesús. Un Jesús que baja lo divino a lo humano desde la cotidianidad; que conoce su terreno, pero no se sale de él con invitaciones extrañas; que presencia con ojos críticos la realidad tanto benigna como inhumana de su entorno social, político y religioso; y que no se queda con los brazos cruzados para transformarla: sin que tenga que olvidarse de su cotidianidad, anuncia las dos fuerzas del evangelio: el amor a Dios y la fraternidad.

    “Cuando más adelante recorra Galilea invitando a una experiencia nueva de Dios, Jesús no hará grandes discursos teológicos ni citará los libros sagrados que se leen en las reuniones de los sábados en una lengua que no todos conocen bien. Para entender a Jesús no es necesario tener conocimientos especiales; no hace falta leer libros. Jesús les hablará desde la vida”

  • #4

    José William Ospina Castaño (martes, 10 abril 2012 20:34)

    Segundo capítulo

    En este segundo encuentro con la lectura del libro de José Antonio Pagola les comparto mi reflexión:

    1. Hay un hecho histórico que me llamó poderosamente la atención y es como desde el siglo VIII A.C, se esperaba la llegada de un Mesías salvador. “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá, pues de ti saldrá un Jefe que será pastor de mi pueblo, Israel” (Miqueas 5,1),.

    2. Se presenta a Jesús en su esencia más sencilla viviendo los pequeños detalles de cada día de su existencia, contemplando y admirando las bellezas de la creación de su Padre Dios, “ un hombre que sabe captar la creación y disfrutarla. Jesús no solo vive abierto a la naturaleza sino que invita a la gente a ir más allá de lo que se ve en ella.

    3. “En Nazaret, la familia lo era todo”, Es importante entender la verdadera concepción de familia extensa, planteada desde los primeros días de Jesús y como para ellos, solo en familia se encontraba la verdadera identidad. También es interesante encontrar los aspectos que Jesús criticaba de esta organización familiar como era la autoridad patriarcal y el reconocimiento a la mujer. Jesús propone unas relaciones más fraternas y adopta una postura en contra de la discriminación de la mujer.

    4. Jesús a pesar de la época rompe con el paradigma de familia y se dedica a predicar la palabra de Dios con un lenguaje que todos entienden a pesar de no tener datos históricos de su formación académica y teológica.( anunciar su mensaje con palabras sencillas y claras.
    Este “alejamiento” de su familia le trae a Jesús muchos problemas y es tratado en forma desconcertante como una vergüenza para su familia.

    5. La Renuncia de Jesús al amor sexual, se explica coherentemente no como un rechazo a la mujer sino como una postura personal de entregarse en VIDA a la misión al servicio de Dios. Jesús no crea una familia propia pero dedica todos sus esfuerzos a crear una familia UNIVERSAL compuesta por hombres y mujeres que hagan la voluntad Dios.
    “Solo renunció a lo que podía impedir a su amor la universalidad y entrega incondicional a los privados de amor y dignidad. Jesús no hubiera entendido otro celibato. Solo el que brota de la pasión por Dios y por sus hijos e hijas más pobres.”


    José William Ospina Castaño

  • #5

    Lina María (martes, 10 abril 2012 20:48)

    En este nuevo capítulo encontré detalles que lograron cautivar de manera especial mi atención; algunos, por esa exclusiva forma en la que Pagola logra aproximarnos a pormenores poco manifiestos en otros textos que hablan de la vida de Jesús y otros por los cuestionamientos que pueden generar, como es el debatido tema de sus hermanos.

    Al leer el texto te sientes sumergida en una narrativa tan especial y cuidadosamente detallada del cotidiano de Jesús, que parece que quien lo escribió hubiese vivido muy de cerca toda esa realidad. Por momentos puede hasta sentirse que hay en todo ello una gran dosis de poema, imaginación y creatividad, pero lo cierto es que a nivel personal, me ha suscitado la convicción de la inmensa pasión que tiene Pagola por ese Jesús en quien cree, una pasión que contagia, genera en mi mayor admiración por ese hombre a quien sigo y en quien igualmente creo y mayor comprensión de su mensaje de salvación.

    Me gusta mucho la imagen de ese Jesús sencillo, humilde, trabajador, luchador... de vida de familia; que reconoce el valor que hay en esta estructura social, pero que la supera al demostrar que justamente en la extensión de relaciones más fraternas, también estamos llamados a vivir el amor y todo lo que ello encierra. La de un Jesús que rechaza toda forma patriarcal y de autoridad que subyuga, quita libertad, domina, oprime. Me encanta su especial sensibilidad y cuidado por la mujer y los/as niños/as y de manera muy especial ese maravilloso regalo que sabía darse de admirar, "gozarse" la naturaleza y confirmar con ella el amor de Dios por nosotros/as.

    No puedo dejar de mencionar el debatido tema de sus hermanos. Quienes tienen la suficiente formación teológica pueden argumentar en contra o a favor de un tema como este y de mi parte, la mayor disposición y deseo para enriquecerme de todos esos conocimientos. En definitiva, tengo la claridad de que su validez no tiene porqué afectar mi fe y pienso que quizá este tema forma parte de ese gran paquete de evangelización sesgada y viciada que hemos recibido generación tras generación y que impide traslucir la verdadera y completa esencia de ese Reino que Dios quiere para nosotros/as. ¿Será que un Dios que quiso hacerse tan humano, podría descuidar un detalle tan maravilloso como el de regalarle hermanos a Jesús?

  • #6

    Claudia María Palacio L (martes, 10 abril 2012 21:32)

    El Jesús que se describe en este capítulo es realmente fascinante, pues es un autentico rebelde en una época en la que era prohibido pensar o actuar de otra manera. Dentro de sus más osadas aventuras está la de acoger a las mujeres y contarlas entre sus amigas y discípulas, cuando casi nadie encontraba más valor en ellas que el de procrear y realizar los oficios del hogar. Esto me generó un sentimiento de gran alegría y un especial reconocimiento de mi ser de mujer, ese Jesús sencillo y humano ve la obra maravillosa de Dios en las mujeres, interpreta su fragilidad como ningún hombre y rescata su valentía con la seguridad de que ellas tiene un papel determinante en la historia de la humanidad.
    Acoge además a los niños con especial ternura y les da un lugar privilegiado en su corazón, dejando ver que si asumiéramos su sencillez en nuestras vidas tendríamos como recompensa el cielo.
    Asume con valentía, la decisión de dejar su hogar y su familia de origen para luchar por su propia causa, aunque para muchos fuera una causa perdida aparentemente.
    Este profeta itinerante se pone en los zapatos del otro sea cual sea su condición y sus posibilidades, se dispone del todo para poder entender la particularidad de cada persona que encuentra a su paso y con una sensibilidad única de quien sabe dar y recibir anuncia su mensaje con palabras sencillas y claras, habla desde su propia vida, desde lo cotidiano, escucha con asombro y admiración la creación entera y se maravilla con las plantas y animales descubriendo ese cuidado amoroso de Dios por todas sus criaturas.

    Lo más impactante para mi, fue pensar que Jesús tenía cuatro hermanos, me sentí tan feliz, tan identificada con El, pues los hermanos son esos compañeros de camino con quienes iniciamos la vida y en muchos casos los únicos y verdaderos amigos en determinados momentos de la vida, esa realidad nueva para mí, no cambio para nada mi amor y admiración por Jesús, al contrario, me hizo sentirlo más mi hermano, más cercano, como si El y yo fuéramos de la misma familia.
    Confirmo desde la lectura que su mayor pasión fue el reino de Dios, , se castro así mismo por luchar constantemente por los más débiles, rechazados y necesitados, su vida misma fue una acción de gracias y alabanza que todos los que lo seguimos estamos llamados a repetir en nuestra historia personal, sea cual sea nuestra realidad.

  • #7

    Martha Inés Correa Restrepo (miércoles, 11 abril 2012)

    Vecino de Nazaret… El pueblo de Jesús… En el seno de una familia Judía… Entre gente del campo… Ambiente religioso… Vida de trabajador… Sin esposa ni hijos…

    Este capítulo nos muestra la vivencia de Jesús en el contexto familiar y comunitario, el cual se ve permeado por situaciones políticas sociales, económicas, culturales, religiosas, educativas, condiciones de salubridad y alimentaria de la época y la opción de Jesús por el celibato.

    Dentro de su comunidad y su familia Jesús se caracterizó por su capacidad de escucha, por el respeto a las mujeres, por el valor a los niños, por la ayuda a los ancianos, por el respeto a lo sagrado y por un sinnúmero de vivencias cotidianas que hacen del compartir espacios y experiencias “todo un arte”, ya que fue ejemplo y modelo no sólo para los de su época, quienes lo juzgaron y criticaron, sino también para los que seguimos su legado.

    Muchas gracias.

  • #8

    Luz Adriana Escobar Escobar (martes, 17 abril 2012 16:54)

    Al avanzar en la lectura irrumpimos en la cotidianidad de un pequeño pueblo, donde sus gentes unidas comparten sus diálogos, faenas, y donde la pequeña familia de Nazaret vive su día a día con los vecinos del lugar, allí en el patio central se ama, se comparte, se aprende, se escucha, y se hace vida, allí Jesús va creciendo asimilando todas las enseñanzas, costumbres y cultura de su pueblo que más tarde darán palabras de vida a la humanidad por medio de esas hermosas e inspiradoras parábolas.

    Se descubre un Jesús trabajador, feliz en los festejos religiosos y de bodas, amigo, rebelde, respetuoso del otro, pero ante todo reivindicador de la mujer, de los niños, los pobres, de los desamparados de todo aquel que es oprimido.
    En la aldea de Nazaret “el artesano” aprende del ejemplo de su padre y de su madre los valores que tejerán la salvación de la humanidad.

  • #9

    Adriana Maria Castaño F. (miércoles, 18 abril 2012)

    En este capitulo, el descubrir de forma tan detallada, descriptiva, sencilla y cercana la humanidad del Jesús que nos presenta Pagola, captan mi interés y se roban toda mi atención. Históricamente, pocos datos se conocen que permitan proporcionar una biografía tan detallada de Jesús, como la que encontramos en este autor; incluso en la biblia son muchos los momentos de su vida que no aparecen consignados: encontramos episodios de su nacimiento, su niñez y de su vida pública, pero se desconocen muchos otros datos de su vida que en este texto se mencionan (Su vecindario, su familia, el ambiente religioso, entre otras).
    Ahora, quiero destacar a ese Jesús que da especial importancia a la naturaleza, la que disfruta y descubre con esa capacidad de asombro que cita Pagola en el texto, de la siguiente manera: “Jesús ha crecido en medio de la naturaleza, con los ojos muy abiertos al mundo que le rodea” (página 35) y…. ¿Cómo no sentir admiración por alguien que se siente extasiado de la belleza que Dios pone a nuestra disposición y muchas veces ni nos percatamos de ella? ¿Cómo no valoramos y cuidamos el mundo que Dios Padre pone a nuestros pies, sabiendo que todo se nos ha ofrecido para nuestra felicidad?
    Todos y cada uno de nosotros debemos hacer conciencia del cuidado y valor verdadero de la naturaleza, cuidarla más que un deber es una obligación. Debemos conservarla, admirarla, disfrutarla tal como Dios nos la entregó. Su cuidado es necesario para nuestra supervivencia.

    Y… ¿Cómo dejar de lado la postura que asume frente a la mujer, los niños y los desprotegidos?

    El hecho de que Jesús los escogiera, los acogiera, los amara, curara y los tratara con
    respeto y dignidad hace que se descubran personas humanas y con valor a los ojos de
    Dios. Esta toma de conciencia permite descubrir las potencialidades todavía adormecidas para mostrarse con valor, y su valor, a otras personas y volverse activos y participantes en la sociedad, como seres responsables. Esta preferencia de Jesús es una revelación de Dios Padre y Madre que no puede soportar ver a ninguno de sus hijos/as sufriendo.

    Seguir abordando la vida de Jesús en lo cotidiano, en esa relación con el otro, con lo otro… me invita a continuar dándole importancia a nuestro rol como anunciadores de esa historia de salvación enmarcada en el testimonio y vida de Jesús.

    Definitivamente, los seres humanos tenemos que comprender nuestra misión en este mundo, pero, sobre todo, darle el verdadero valor a todo eso que Dios quiere para nosotros. Jesús debe ser para nosotros ese modelo a seguir, ese faro que guía nuestro caminar y que nos invita a cumplir el mandamiento del amor: amor por la naturaleza, amor por nuestra familia, amor por nuestros semejantes, amor por nosotros mismos y ante todo el AMOR A DIOS que es quien nos ha creado.

  • #10

    Olga Cecilia Ramírez (domingo, 29 abril 2012 08:09)

    Jesús es tan cercano a cada uno, lo tenemos a nuestro lado, está en cada una de las situaciones que a diario vivimos, ha experimentado momentos tan semejantes a los nuestros que lo hacemos parte de nuestra vida con ese sentimiento de padre, hermano, amigo, está ahí y puedo hablar al otro, sentir al otro y vivir con el otro desde esa experiencia.
    Con el ejemplo de vida que nos ha dado Jesús, con esa entrega incondicional y ese estilo de vida tan semejante al nuestro, solo nos permite vivir convencidos que es el Jesús humano que acoge al niño, al adulto a la mujer, al necesitado, a ti; que disfruta y se rodea de la naturaleza, que aprovecha cada situación para enseñar y acompañar.
    Haciendo la lectura de este capítulo llega a mi mente ese Jesús que me permite sentirlo como la vida misma, él está en lo sencillo, en lo simple, en las obras buenas que nos hacen demostrar ese gran amor que él nos hace derramar. Personalmente siento a Jesús en lo que hago diario, en lo que puedo brindar al otro, en la palabra de aliento que le entrego al que quiere mi consejo y en el afecto que entrego, él está en todo y mi corazón se ensancha y los ojos se inundan porque sé que sin él no podría expresarme y vivir. Las palabras que presentan en este capítulo me lo recordaron, al leer lo sentía a mi lado y cada que quería escribir no podía hacerlo porque las únicas palabras que se formaban eran “Gracias por permitirme entregar tu amor”.
    Por otro lado encuentro una gran identidad con Jesús y su familia; para mí la familia es esencial, ese vínculo está tan marcado como lo expresa el autor de Jesús. La relación con su madre, el acercamiento con sus hermanos, con otras personas cercanas a él y que consideraba parte de él, así, lo relaciono con mi entorno, difundiendo unos valores y un amor incondicional que heredé de mi padre y mis abuelos. Jesús se manifiesta ahí y quiere a través de los mensajes llevarlo a las familias actuales para que padres, hijos, hermanos busquen fortalecer esos lazos ideales de paz y amor.

3. BUSCADOR DE DIOS

No sabemos cuándo y en qué circunstancias, pero, en un determinado momento, Jesús deja su trabajo de artesano, abandona a su familia y se aleja de Nazaret. No busca una nueva ocupación. No se acerca a ningún maestro acreditado para estudiar la Torá o conocer mejor las tradiciones judías. No marcha hasta las orillas del mar Muerto para ser admitido en la comunidad de Qumrán. Tampoco se dirige a Jerusalén para conocer de cerca el lugar santo donde se ofrecen sacrificios al Dios de Israel. Se aleja de toda tierra habitada y se adentra en el desierto.

 

La hondura y madurez de su talante religioso hace pensar a algunos que Jesús vivió un período de búsqueda antes de encontrarse con el Bautista. Flavio Josefo habla de la búsqueda que inició él mismo cuando tenía alrededor de dieciséis años y que le llevó también hasta el desierto, donde convivió durante tres años con “un hombre del desierto” llamado Banus (Autobiografía 2,10-12).

 

A continuación tienes unas claves de lectura para tu compartir. Recuerda que puedes determinar tus propias claves de lectura.

 

PAUTAS PARA EL COMPARTIR:

 

  1. Qué sentimientos y emociones te generó la lectura de este tercer capítulo? Quieres compartir los motivos?
  2. Qué aportación recibiste sobre la figura de Juan el Bautista?
  3. De que manera este capítulo enriqueció y dió fundamentación a tu fe en Jesús?
  4. Escribe a continuación tu comentario. Gracias por compartir!!!
Comentarios: 13 (Discusión cerrada)
  • #1

    DIEGO MAURICIO ROJAS (lunes, 30 abril 2012 08:00)

    BUSCADOR DE DIOS
    Para Juan el Bautista Jesús es más poderoso que él (Mt 3, 11), pero para Jesús, Juan es el más grande de todos los hombres (Mt 11,11).
    ¿Qué hay en estos dos hombres tan podero y tan grande?
    Es Juan el último profeta de Israel, y como sabemos, el profeta anuncia y denuncia. Israel tuvo sus profetas: hombres y mujeres dispuestos a entregar su vida por Dios, por la justicia, por el amor. Así, entonces hay que entender el plan de salvación, primero en Israel, que como sabemos se deja dominar por el pecado para olvidarse de la trascendencia, y segundo, en Jesús, que pone en definitiva y en pocas palabras (para no andar en trabas legalistas) el reino de Dios: Amor Dios y al prójimo como así mismo.
    “Este hombre pone a Dios en el centro y en el horizonte de toda búsqueda de salvación. El templo, los sacrificios, las interpretaciones de la Ley, la per-tenencia misma al pueblo escogido: todo queda relativizado. Solo una cosa es decisiva y urgente: convertirse a Dios y acoger su perdón.”
    El término relativizar indica dar menos importancia a un asunto. En este sentido Pagola nos quiere dar a entender que lo primero y fundamental es acoger con decisión y determinación el anuncio del evangelio. En otras palabras, poner en práctica la exhortación de Santiago: hechos y no palabras. He ahí la gran fuerza de estos dos extraordinarios hombres: con sus hechos, enraizados en un proyecto evangelizador, mostraron hasta la muerte la grandeza y fuerza del amor. En esto consiste la trascendencia y la fe: no dejarse dominar ni por lo interno o externo. Lastimosamente los inconversos, los injustos y los malvados se sienten intimidados ante el poder del amor, y por eso no tienen otra salida que la pobre y desgraciada solución: el de acabar con ellos.



  • #2

    Nancy Olaya (miércoles, 23 mayo 2012 16:38)


    En este capítulo Pagola nos presenta a Jesús como un hombre espiritual y buscador de Dios, que sufre con el dolor de su gente y se pregunta: “¿dónde está Dios?”. En su camino se encuentra con el Bautista a quien admira: “el mayor entre los nacidos de mujer” (Lc, 7,28) y se hace su discípulo.

    Gracias a esta lectura he devuelto el “buen lugar” a Juan, no solo en mi corazón, sino en el corazón del cristianismo. Este hombre abandonó su función sacerdotal y marchó al desierto a gritar su mensaje: “Es urgente convertirse a Dios y acoger su perdón”. Me gustó imaginar a Jesús asumiendo este ritual de esperanza: inmersión en el Jordán y la confesión de los pecados, de esta manera se puso al lado de las prostitutas, recaudadores, enfermos, pobres y excluidos. Esto ocurrió más o menos en el año 28; fue un momento crucial para Jesús, pues expresó la consagración a su nueva misión al lado de su primo Juan: la transformación social y el servicio total al pueblo.

    Después de la ejecución del bautista y sin poner en duda su misión y autoridad, Jesús da continuidad a la esperanza pero desde su propia experiencia espiritual: LA MISERICORDIA DE DIOS y su grandísima COMPASIÓN. Pronto comienza Jesús a hablar un lenguaje nuevo: está llegando el “reino de Dios”. No hay que seguir esperando más, hay que acogerlo. Dios llega para todos como salvador, no como juez. Pero Dios no fuerza a nadie; solo invita y los que quieren escuchan la invitación, acogen el reino de Dios, entran en su dinámica y se dejan transformar. Los símbolos de la llegada de Dios son distintos de los de Juan, a saber:

    - Su vida itinerante que simbolizará la irrupción del reino.
    - La celebración comidas abiertas a todos y todas.
    - La relación y amistad sin excluir a nadie.
    - La curación de los enfermos y la expulsión de los demonios.

    Jesús cambia la experiencia la experiencia religiosa del pueblo. Ahora nadie lo ve como un discípulo o colaborador del Bautista, sino como el profeta que proclama con pasión la llegada del reino de Dios. ¿Es él aquel personaje al que Juan llamaba “el más fuerte”?

    Me pregunto si la Iglesia, nosotras mismas, estamos siendo signos de este reino. Pareciera que nos es más fácil, tomar los signos de Juan y abandonar los de Jesús. Nos hemos instalado, ya no celebramos comidas inclusivas, ofrecemos la amistad a unos pocos, no somos capaces de curar y expulsar demonios… ¿Somos iglesia de Jesús?

  • #3

    Luz Adriana Escobar Escobar (lunes, 28 mayo 2012 23:58)

    Este capitulo nos cuenta un poco de la vida de Juan el Bautista, un hombre bueno que vive en el desierto preparando el camino para “el más fuerte” es humilde, sencillo y con una gran sabiduría para hablar a la gente, para bautizar y hacer que todos sin temor, confesaran públicamente sus pecados. Juan tiene un estilo de vida diferente,se alimenta de lo que hay en el medio, se retira del entorno ensordecedor de la ciudad para ir al desierto donde se da el encuentro verdadero con Dios desde lo más intimo del ser. Es allí donde se da uno de los encuentros más grandes de la historia de salvación Juan el Bautizador, con Jesús el Salvador, Jesús queda seducido e impactado por esta visión grandiosa. Este hombre pone a Dios en el centro y en el horizonte de toda búsqueda de salvación que bonito momento en que Jesús recibe el espíritu Santo, un momento decisivo, pues significa un giro total en su vida. Aquel joven artesano oriundo de Galilea no vuelve ya a Nazaret. En adelante se dedicará en cuerpo y alma a una tarea de carácter profético que sorprende a sus familiares , ahora Jesús comparte también la esperanza del Bautista. Le atrae la idea de preparar al pueblo para el encuentro con su Dios. Pronto la humanidad conocera toda su irrupción salvadora. Jesús asumió el bautismo como compromiso de un cambio radical, Jesús reacciona de manera sorprendente. No abandona la esperanza que animaba al Bautista solo da por terminada la preparación que el Bautista ha impulsado hasta entonces y transforma su proyecto en otro nuevo; comienza Jesús a hablar un lenguaje nuevo: está llegando el “reino de Dios”. No hay que seguir esperando más, hay que acogerlo. Lo que a Juan le parecía algo todavía alejado, está ya entre nosotros y pronto desplegará su fuerza salvadora. Hay que proclamar a todos esta “Buena Noticia”. El pueblo se ha de convertir, pero la conversión no va a consistir en prepararse para un juicio, como pensaba Juan, sino en “entrar” en el “reino de Dios” y acoger su perdón salvador.

  • #4

    Claudia María Palacio (miércoles, 04 julio 2012 12:16)

    Capitulo 3 “El más fuerte”
    Al leer este capítulo sentía que a medida que avanzaba se hacía más evidente que los designios de Dios son claros, planeados y sabios. La vida de Juan el Bautista, su discurso y su enorme deseo de ayudar a otros en su propia conversión, eran su plan perfecto para preparar la venida de Jesús para toda la humanidad.

    Me llama la atención, con gran alegría que el mismo Jesús en su condición humana necesitara de ese encuentro consigo mismo, para entender, asumir y obedecer a su padre y darle gusto como ese gran Hijo amado, en su plan de salvación para su pueblo. Así lo hizo según el texto cuando tenía tan sólo 17 años de edad ¿me pregunto quien a esa edad piensa en irse a pensar su propia vida?

    La inspiración de Juan Bautista no es la de cualquier loco aventurero que vio la crisis de un pueblo que olvido su historia de salvación, sino la de un iluminado de Dios que sabe cumplir su misión, aun sin entenderla muy bien, el se presta para ser su instrumento y anunciar a todos que deben restablecer su alianza; por eso les ofrece un bautismo, como un nuevo rito de conversión y perdón para el pueblo de Israel. Jesús por su parte ve con admiración como este hombre sencillo y humilde pone a Dios como centro y horizonte de toda salvación, fue esto precisamente lo que llamo la atención de Jesús, pues El tiene ese mismo deseo de llevar a todos a la conversión, la búsqueda de Dios Padre como salvador y el acoger su perdón con toda la misericordia que nos ofrece.

    El bautismo de Juan se convierte también para mí en un compromiso de conversión total, no a medias, debe ser radical, desde lo más profundo de mí ser para poder así lograr un comportamiento digno “frutos dignos de conversión”
    Me llama la atención que los mismo que buscaban bautizarse eran los mismos que más tarde serían los seguidores de Jesús (personas de conducta sospechosa).

    Juan Bautista habla de Jesús como “El más fuerte” pues sabe que su propuesta de salvación es más completa, más humana, más trascendente al reino, Juan es el que bautiza, Jesús es el que salva, Juan tiene un lenguaje duro que genera de alguna manera un temor a la ira de Dios, Jesús acoge a los indeseables, cura los enfermos, ayuda a los abandonados y muestra a ese Dios padre de todos que es pura misericordia.
    Me siento llamada al igual que Juan el Bautista a proclamar a todos la buena noticia entrar en el reino de Dios y acoger su perdón salvador.

  • #5

    Lina María (domingo, 15 julio 2012 22:13)

    La lectura de este capítulo y, de manera especial el aparte del encuentro entre Juan el Bautista y Jesús, me remitió a la escena también de encuentro entre María y su prima Isabel, madres de nuestros dos protagonistas. Es inevitable pensar en las coincidencias que se presentan en ambas escenas a pesar de la significativa diferencia en el tiempo: MARÍA una mujer que trasluce sencillez, humildad, servicio; JESÚS un hombre muy parecido a su madre, quien, a pesar de lo que la gente pudiera murmurar, transparenta también su sencillez y humildad dejándose ver como el hombre pecador, necesitado del amor misericordioso de Dios que pide ser bautizado por aquel hombre a quien concede toda la autoridad y se dispone luego a servirle uniéndose a su proyecto. ISABEL y JUAN... ¿acaso sus preguntas no parecen ser una reproducción de sentimientos en el tiempo? Mientras Isabel no se sentía digna de ser visitada por la madre del Señor (¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?), Juan tampoco creía que debía bautizar a Jesús, sino ser él quien recibiera su bautizo (“Soy yo el que necesita ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?”). Dos escenas llenas de Espíritu Santo, alegría, gozo, presencia de Dios... dos mujeres y dos hombres instrumentos de Dios para hacer realidad su plan de salvación.

    Encuentro en esta narrativa de Pagola nuevos significados en la relación de Juan y Jesús, de lo que vivieron juntos una vez se conocieron y de cómo Juan fue ese medio del cual se valió Dios para ayudarle a Jesús a clarificar su proyecto. Juan fue el medio y Jesús supo entenderlo. Se unió a su causa, fue uno de los suyos y poco a poco fue perfilando esa forma particular de hacer vida su mensaje. Juan con sus formas, en sus escenarios, con un mensaje quizá no muy esperanzador, quizá más cargado de temor y afianzando la figura de un Dios castigador, entre tanto Jesús presenta un mensaje lleno de vida, de esperanza, de una promesa del Reino de Dios para "todos".

    Me atrae la forma como se presenta la espiritualidad de Jesús, un hombre para quien la búsqueda de Dios supera cualquier intencionalidad particular de crecimiento y armonía personal porque sabe que por encima de ella está el encontrar a través de Él esa salvación y armonía que tanto necesita su pueblo.

    ¿Será que nuestras vidas son también ese instrumento del que Dios puede valerse para llegar a otros?... ¿será que nuestras formas llegan a ser tan incluyentes y esperanzadoras como las de Jesús o quizá son sólo el privilegio que brindan nuestros afectos?... ¿será que al estilo de Juan, tenemos la capacidad de encontrar vida y alimentar nuestra vida en medio del desierto, de la aridez, de la soledad?...

  • #6

    Alejandra Tabares Fajardo (martes, 24 julio 2012 21:17)

    Jesús es un auténtico “buscador de Dios”. Su conciencia crece y se fortalece en la sensatez del hombre que se inquieta por la verdad que Dios tiene para él. Su corazón apasionado por Dios le lleva a ir dentro de su realidad de hombre y de Hijo.
    La figura de Juan el bautista no pasa desapercibida como antecesor de Jesús, quien abre caminos de conversión radical a Dios desde la experiencia del desierto y el bautismo. Su presencia quiere hacer arder el deseo de el Nuevo Israel, el de la Nueva alianza, que hace volver la mirada a Dios, y que va expectante por un juicio inminente y definitivo, que se ve impactado con la propuesta del Mesías, quien se hace uno con el pueblo que busca la purificación y salvación, que transforma el futuro en presente, que instaura con su proclamación y sus signos el Reino de Dios.
    La experiencia del desierto es fundamental en la vida cristiana. Reconocerse en el lugar de la “no vida” para encontrar la vida es el principio de un nacer a la voluntad de Dios. Creo que el autor trata de sumergirnos en este capítulo en esa relación desierto-Juan, desierto-Jesús, no solo en el contexto del significado para el pueblo de Israel, sino como significado de toda experiencia humana-cristiana que busca y quiere encontrarse puramente con su verdad, con su misión, con su realidad y sentido de vida.
    Los cristianos de hoy vivimos experiencias de desierto con mucha fuerza, pues la “no vida” se nota con mas frecuencia en nuestros contextos, y es precisamente allí donde la realidad nos encuentra de frente, pidiéndonos explicación y soluciones que permitan liberar al ser humano. La búsqueda sensata de Dios es un camino que debe emprende en toda vida cristiana, y es un proceso que lleva a transformar y renovar el sentido de vida propio, dando respuesta testimonial del verdadero Reino de Dios, capaz de contagiar el entorno.

  • #7

    María Paulina Bobadilla (jueves, 02 agosto 2012 23:17)

    “Se puede escuchar a Dios en el silencio y la soledad” el encuentro con uno mismo causa al hombre un temor inevitable, una lucha interna y un deseo inconsciente por regresar al bullicio de la cotidianidad; el encuentro con nuestro interior en el silencio de nuestra habitación puede causar un choque entre lo que somos, lo que hacemos y lo que queremos ser o hacer; por esto solo un hombre sediento de encontrarse consigo mismo, de descubrir su valor y de reafirmar su confianza en un Dios que lo ama y todo lo puede, es capaz de adentrarse en el desierto de su propia vida, de su amor por el otro y por Dios, solo ahí es capaz de reconocerse inferior y necesitado de un nuevo aliento, como el bautizo de Juan, un baño de agua que purifica y reaviva el alma para continuar caminando por el camino de la salvación.

  • #8

    Martha Correa (viernes, 03 agosto 2012 11:13)

    PRIMERA PARTE:

    Durante el desarrollo de la lectura se perciben y extractan elementos que nos permiten entender el rito bautismal en época de Jesús, se aleja de toda tierra habitada y se adentra en el desierto, donde se le permita pensar, buscar y encontrar todo lo que se debe transformar y renovar para poder escuchar a Dios en el silencio y la soledad.

    Igualmente se comentan los momentos difíciles de Juan el Bautista y de Jesús y se extraen los cambios significativos que se fueron dando durante las épocas para crear un pueblo renovado que le permitiera a cada persona bautizada comenzar una nueva vida.

    Según el Bautista, el mal lo corrompe todo. El pueblo necesita una purificación total para restablecer la Alianza. El “bautismo” que ofrece Juan es precisamente el nuevo rito de conversión y perdón radical que necesita Israel: el comienzo de una elección y de una alianza nueva para ese pueblo fracasado.

    Jesús queda seducido e impactado por esta visión grandiosa. Este hombre pone a Dios en el centro y en el horizonte de toda búsqueda de salvación. El templo, los sacrificios, las interpretaciones de la Ley, la pertenencia misma al pueblo escogido: todo queda relativizado. Solo una cosa es decisiva y urgente: convertirse a Dios y acoger su perdón.
    Esta es su tarea: ayudar al pueblo a prepararle el camino a Dios, que ya llega. Dicho de otra manera, es “el mensajero” que de nuevo guía a Israel por el desierto y lo vuelve a introducir en la tierra prometida. Lo distintos espacios buscados por los que necesitaban purificación, los desarrollos que se dieron para recoger el agua…

    La conciencia de vivir alejados de Dios, la necesidad de conversión y la esperanza de salvarse en el “día final” llevaba a no pocos a buscar su purificación en el desierto.
    La atracción del desierto como lugar de conversión y purificación debió de ser muy intensa.

    El significado del bautismo de Juan en el rio Jordán, Agua que corra no agua estancada o “agua muerta”, sino “agua viva”, un agua que fluye y corre.

  • #9

    Martha Correa (viernes, 03 agosto 2012 11:15)

    SEGUNDA PARTE:

    Juan es el primero en atribuirse la autoridad de bautizar a otros. Por eso precisamente lo empezaron a llamar el “bautizador” o “sumergidor”. Esto le da a su bautismo un carácter singular a una purificación total.

    El “bautismo de Juan” es mucho más que un signo de conversión. Incluye el perdón de Dios. No basta el arrepentimiento para hacer desaparecer los pecados acumulados por Israel y para crear el pueblo renovado en el que piensa Juan. Él proclama un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.

    La purificación en las aguas vivas del Jordán significa el paso del desierto a la tierra que Dios les ofrece de nuevo para disfrutarla de manera más digna y justa. Los bautizados vuelven a sus casas para vivir de manera nueva, como miembros de un pueblo renovado, preparado para acoger la llegada ya inminente de Dios.

    Al bautismo de agua le sucederá un “bautismo de fuego” que transformará al pueblo de forma definitiva y lo conducirá a una vida plena.

    El que ha de llegar…Llegará para hacer realidad su juicio y su salvación. Él llevará a su desenlace el proceso iniciado por el Bautista, conduciendo a todos al destino elegido por unos y otros con su reacción ante el bautismo de Juan: el juicio o la restauración. Elimina la maldad e implanta la justicia…El gran juicio purificador desembocará en una situación nueva de paz y de vida plena. Jesús asumió el bautismo como signo y compromiso de un cambio radical.

    El nuevo proyecto de Jesús…Dios llega a todos como salvador no como juez… no fuerza a nadie, sólo los invita…Jesús lo sustituye por otros signos de perdón y curación que expresan y hacen realidad la liberación querida por Dios para su pueblo. El pueblo debe escuchar ahora una Buena Noticia. Jesús invita a la confianza total en un Dios Padre.

  • #10

    Rubén Darío Betancur Atehortúa (jueves, 09 agosto 2012 17:18)

    EL desierto como simbolo de: Soledad, oraciòn, abandono,purificaciòn, encuentro entre Dios y los hombres y hasta de tentaciòn (Jesùs fue tentado allì) se convierte en punto de busqueda de sentido para Jesùs y espacio de preparaciòn para su dificil misiòn: "anunciar a todas las gentes que el reino de Dios ya llegò". Al igual que Juan, jesus abandona todo, se aleja de todo aquello que pueda entorpecer su misiòn y adentra en el desierto, a escuchar la voz de Dios, a reflexionar en todo aquello que ha observado en su pueblo y en aquellos a donde ha viajado. Sabe que la tarea no es faccil, que necesita, preparaciòn y ¿què hacer mejor para ello que alejarse y abandonarse a la escucha y reflexiòn?.

    Juan descubre a ese Dios que le sale al encuentro, lo delata, lo alaba, pero acepta su voluntad(que lo bautice). Aqui no hay espacio para familiaridades ni saludos, el bautismo es el punto de partida para la misiòn, juan asì lo entiende y lo bautiza, ya està hecho, el agua que purifica y perdona està corriendo por el cuerpo de jesùs pero...¿purificaciòn y perdòn de que?¿acaso jesùs està aqui mostrandonos tambien su lado mas humanno?

    La voz que grita en el desierto(Juan)pronto serà callada, pero se escucharà el estruendo de la voz de Dios que no encontrarà oidos sordos a sus palabras,ya que estas vendran cargadas de AMOR, JUSTICIA, VERDAD, SINCERIDAD Y PERDON. estos fueron quizas los efectos que el bautismo trajo en jesùs y hoy en nosostros. ¿Ya los descubriste? estamos a tiempo.

  • #11

    María Paulina Bobadilla (lunes, 13 agosto 2012 21:50)

    En nuestra vida debemos ser ejemplo vivo de un encuentro con el rostro del Resucitado y a ejemplo de Jesús debemos de acompañar a los menos favorecidos, a aquellos que no se atreven a entrar en el desierto, a conocer el rostro amable de Dios, el amor que salva y que da vida nueva a esas ovejas que han perdido el camino. Es nuestra tarea, como lo hizo de Jesús, de rodear los territorios de las personas que se han quedado a parte para que disfruten de las promesas de Dios, las cuales en ocasiones creemos perdidas porque dejamos de caminar de su lado y nos dejamos oprimir por la invasión de otras fuerzas que rodean nuestra vida y nos cercan como si no tuviéramos más salida, haciéndonos olvidar que Dios no se aparta de nuestro lado y menos cuando nos preguntamos ¿Dónde esta Dios?, sin darnos cuenta que esta ahí, como “El Reino de los Cielos”, en nosotros, aguardando que lo defendamos, que pongamos la cara por él, como su hijo lo hizo por nosotros.

  • #12

    DIEGO MAURICIO (lunes, 13 agosto 2012 22:03)

    POR DIEGO MAURICIO
    Una estudiante de sexto grado nos decía una vez en su grupo en un dialogo en clase de religión, sobre el tema de la persona humana desde el cristianismo, que con semejante valor que el cristianismo le da a la persona humana; de ser hijos de Dios; de que todos somos sagrados, y tenemos la más alta dignidad; entonces decía: que ser cristiano era como ser perfecto. Ante esta afirmación solo pude asentir con la cabeza que lo que ella decía era verdad.
    La lectura de Pagola en esta ocasión me hizo recordar este episodio con las niñas, pues la vida cotidiana de Jesús nos muestra que ser hijos de Dios significa no un titulo sino una puesta en acción: OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES.

    Así es Jesús, apasionado por el reino de Dios; y en Pagola esto quiere decir: “Jesús no enseña en Galilea una doctrina re-ligiosa para que sus oyentes la aprendan bien. Anuncia un acontecimiento para que aquellas gentes lo acojan con gozo y con fe. Nadie ve en él a un maestro dedicado a explicar las tradiciones religiosas de Israel. Se encuentran con un profeta apasionado por una vida más digna para todos, que busca con todas sus fuerzas que Dios sea acogido y que su reinado de justicia y misericordia se vaya extendiendo con alegría. Su objetivo no es perfeccionar la religión judía, sino contribuir a que se implante cuanto antes el tan añorado reino de Dios y, con él, la vida, la justicia y la paz.”
    ¡Qué buena es esta buena noticia¡ y creo sin temor a equivocarme, que este fundamento de fe y amor lo comparten también nuestros hermanos de otras religiones. Ellos, al igual que nosotros caminamos en gracia de Dios construyendo un mundo mejor: más humano, fraterno y justo.
    De ahí la urgencia y exigencia de que todo aquel que se diga ser cristiano, -que ojala así sea, tenga la humildad de reconocer que Dios nos ha dado la vida, porque ella es buena, para amarla y respetarla; pero también para compartirla y ofrecerla. “La llegada de Dios es algo bueno. Así piensa Jesús: Dios se acerca porque es bueno, y es bueno para nosotros que Dios se acerque. El reino de Dios es otra cosa. Lo que le preocupa a Dios es liberar a las gentes de cuanto las deshumaniza y les hace sufrir.”
    No sé si el papa Juan pablo II conoció los escritos de Pagola, pero, de todas maneras, creo que con sus palabras nos estaba mandando a leerlo… directa o indirectamente. Coincidencia o dioscidencia
    “La identidad cristiana exige el esfuerzo constante por formarse cada vez mejor, pues la ignorancia es el peor enemigo de nuestra fe. ¿Quién podrá decir que ama de verdad a Cristo, si no pone empeño por conocerlo mejor? ¿Cómo podréis transmitir la Palabra de Dios si vosotros mismos no la conocéis de un modo profundo y vivo?” Juan Pablo II

  • #13

    José William Ospina (miércoles, 29 agosto 2012 15:22)

    Este tercer capítulo del libro de Pagola, lo propongo en tres momentos:

    UNO. El bautismo que Juan realizaba a todo el cuerpo, sumergiendo a la persona en las aguas del rio Jordán. Lo anterior suponía El rito de conversión y perdón que necesitaba Israel, era el comienzo de una elección y de una alianza nueva para ese pueblo fracasado. Con unos datos muy interesantes como el lugar escogido por Juan para realizar el Bautismo y que según Pagola podía haber elegido otro sitio, Pero el “desierto” escogido se encontraba frente a Jericó, en el lugar preciso en que, según la tradición, el pueblo conducido por Josué había cruzado el río Jordán para entrar en la tierra prometida

    DOS. La llegada de Jesús al desierto al encuentro con Juan el Bautista. Jesús queda seducido e impactado por esta visión grandiosa y se convierte en su colaborador. Jesús decidió ser bautizado por Juan porque este, pone a Dios en el centro y en el horizonte de toda búsqueda de salvación.

    TRES: La muerte del Bautista. Con él desaparecía el profeta encargado de preparar a Israel para la venida definitiva de Dios. Pero Jesús da un viraje total al mensaje que traía Juan y es que la conversión no va a consistir en prepararse para un juicio, como pensaba Juan, sino en “entrar” en el “reino de Dios” y acoger su perdón salvador.

    Jesús utiliza un lenguaje nuevo y comienza a contar parábolas que el Bautista jamás hubiera imaginado. El pueblo queda seducido. Todo empieza a hablarles de la cercanía de Dios: la semilla que siembran y el pan que cuecen, los pájaros del cielo y las mieses del campo, las bodas en familia y las comidas en tomo a Jesús.

    Con Jesús todo empieza a ser diferente. El temor al juicio deja paso al gozo de acoger a Dios, amigo de la vida..Nadie lo ve ahora como un discípulo o colaborador del Bautista, sino como el profeta que proclama con pasión la llegada del reino de Dios. ¿Es él aquel personaje al que Juan llamaba “el más fuerte”?

4. PROFETA DEL REINO DE DIOS

Jesús deja el desierto, cruza el río Jordán y entra de nuevo en la tierra que Dios había regalado a su pueblo. Es en torno al año 28 y Jesús tiene unos treinta y dos años.

 

No se dirige a Jerusalén ni se queda en Judea. Marcha directamente a Galilea. Lleva fuego en su corazón. Necesita anunciar a aquellas pobres gentes una noticia que le quema por dentro: Dios viene ya a liberar a su pueblo de tanto sufrimiento y opresión.

 

Sabe muy bien lo que quiere: pondrá “fuego” en la tierra anunciando la irrupción del reino de Dios (Lucas 12,49): “He venido a poner fuego en la tierra”. Según muchos exegetas, en estas palabras se escucha el eco del deseo de Jesús. En el Evangelio [apócrifo] de Tomás se puede leer también este dicho de Jesús: “Quién está cerca de mí, está cerca del fuego. Quien está lejos de mí, está lejos del reino”.

 

A continuación te proponemos algunas claves para tu compartir. Puedes usarlas todas o algunas, o puedes determinar tus propias claves. Ánimo!!.

 

PAUTAS PARA EL COMPARTIR:

 

  1. Qué sentimientos y emociones te generó la lectura de este cuarto capítulo?
  2. Desde este capítulo cómo entender los conceptos: Profetismo Itinerante, Opción por los pobres y excluidos, Reino de Dios?
  3. Cuáles son tus grandes confirmaciones, aprendizajes y sorpresas después de la lectura de este texto?
  4. Escribe a continuación tu comentario. Gracias por compartir!!!

 

Comentarios: 10 (Discusión cerrada)
  • #1

    Lina María (sábado, 11 agosto 2012 07:43)

    La lectura de este texto amplía cada vez más los horizontes, a veces tan limitados de conocimientos frente a esta nueva mirada de la vida de Jesús. En ellos, hay elementos que logran cautivar de manera especial mi atención:

    • Seguimos viendo a un JESÚS SENCILLO QUE SABE LO QUE OFRECE Y A QUIÉN SE LO DEBE BRINDAR: a los humildes, a los excluidos, a los de las laderas. Les ofrece lo que para ellos ha sido negado, les hace sentir que desde su pobreza y humildad también son dignos de gozar del Reino de Dios.
    • Vemos un Jesús que desde su sabiduría se convierte en EL MEJOR ESTRATEGA: sabe a qué sitios debe llegar en cada pequeña aldea que recorre asegurándose de hacerse entender desde su idioma y de encontrar en ellos el mejor escenario religioso para sembrar la semilla de su mensaje.
    • JESÚS NO BUSCÓ AFIANZAR NINGÚN TIPO DE RELIGIÓN aún sabiéndose judío: su apasionado mensaje profesaba siempre el anhelo por una vida más digna, misericordiosa y justa para todos/as, la cual sólo podría conseguirse desde el reconocimiento del actuar de Dios entre ellos para desde allí poder imitarlo haciendo realidad ese Reino prometido para todos.
    • En el texto también se ratifica que EL REINO DE DIOS NO ES UN PRIVILEGIO REGALADO A QUIENES TIENEN UNA PROFUNDA VIDA ESPIRITUAL, empieza en el interior de la persona, pero se hace efectivo a medida que desde su actuar contribuye a opacar el mal, a vencer la injusticia... Es un Reino de Dios que humaniza, que libera. Un Reino de Dios = misericordia, compasión. Un Dios tan misericordioso y compasivo que también se regala a los malos, opresores, poderosos, injustos...

    Para Jesús no importaba la religión sino la vida misma. Ahora... ¿Cuánto nos separa la religión? Hacer vida el Reino de Dios es saber curar, sanar, restaurar la vida como lo hacía Jesús y para eso debemos hacer también realidad el "metanoein" de los evangelios: cambiar la manera de pensar y de actuar: dejarnos transformar en nuestro interior por el Reino de Dios para que nuestros actos contribuyan con la humanización que necesita nuestra sociedad. Necesitamos salir de las actuales estructuras que nos inmovilizan... necesitamos razonar la injusticia para poder actuar hacia la transformación.

  • #2

    DIEGO MAURICIO (lunes, 13 agosto 2012 22:03)

    POR DIEGO MAURICIO
    Una estudiante de sexto grado nos decía una vez en su grupo en un dialogo en clase de religión, sobre el tema de la persona humana desde el cristianismo, que con semejante valor que el cristianismo le da a la persona humana; de ser hijos de Dios; de que todos somos sagrados, y tenemos la más alta dignidad; entonces decía: que ser cristiano era como ser perfecto. Ante esta afirmación solo pude asentir con la cabeza que lo que ella decía era verdad.
    La lectura de Pagola en esta ocasión me hizo recordar este episodio con las niñas, pues la vida cotidiana de Jesús nos muestra que ser hijos de Dios significa no un titulo sino una puesta en acción: OBRAS SON AMORES Y NO BUENAS RAZONES.

    Así es Jesús, apasionado por el reino de Dios; y en Pagola esto quiere decir: “Jesús no enseña en Galilea una doctrina re-ligiosa para que sus oyentes la aprendan bien. Anuncia un acontecimiento para que aquellas gentes lo acojan con gozo y con fe. Nadie ve en él a un maestro dedicado a explicar las tradiciones religiosas de Israel. Se encuentran con un profeta apasionado por una vida más digna para todos, que busca con todas sus fuerzas que Dios sea acogido y que su reinado de justicia y misericordia se vaya extendiendo con alegría. Su objetivo no es perfeccionar la religión judía, sino contribuir a que se implante cuanto antes el tan añorado reino de Dios y, con él, la vida, la justicia y la paz.”
    ¡Qué buena es esta buena noticia¡ y creo sin temor a equivocarme, que este fundamento de fe y amor lo comparten también nuestros hermanos de otras religiones. Ellos, al igual que nosotros caminamos en gracia de Dios construyendo un mundo mejor: más humano, fraterno y justo.
    De ahí la urgencia y exigencia de que todo aquel que se diga ser cristiano, -que ojala así sea, tenga la humildad de reconocer que Dios nos ha dado la vida, porque ella es buena, para amarla y respetarla; pero también para compartirla y ofrecerla. “La llegada de Dios es algo bueno. Así piensa Jesús: Dios se acerca porque es bueno, y es bueno para nosotros que Dios se acerque. El reino de Dios es otra cosa. Lo que le preocupa a Dios es liberar a las gentes de cuanto las deshumaniza y les hace sufrir.”
    No sé si el papa Juan pablo II conoció los escritos de Pagola, pero, de todas maneras, creo que con sus palabras nos estaba mandando a leerlo… directa o indirectamente. Coincidencia o dioscidencia
    “La identidad cristiana exige el esfuerzo constante por formarse cada vez mejor, pues la ignorancia es el peor enemigo de nuestra fe. ¿Quién podrá decir que ama de verdad a Cristo, si no pone empeño por conocerlo mejor? ¿Cómo podréis transmitir la Palabra de Dios si vosotros mismos no la conocéis de un modo profundo y vivo?” Juan Pablo II

  • #3

    Claudia María Palacio L (lunes, 13 agosto 2012 22:44)

    Profeta del reino de Dios
    Este capítulo reafirma mi fe y le da sentido a todas aquellas predicaciones de Jesús, en las que insistentemente reclama justicia por los más necesitados, ahora entiendo el porqué de su deseo de anonimato, de clandestinidad, busca en sus itinerarios de vida aquellos lugares donde solo pueden habitar los excluidos y marginados de una sociedad que por el miedo y la desesperanza solo piensa egoístamente en sobrevivir. El siente que es justo allí, en aquellos escenarios donde puede sembrar, pues en estas personas pobres y oprimidas la buena nueva del reino de Dios germinara y dará buen fruto.
    Jesús se nutrió a lo largo de su vida de salmos y escritos que le dieron forma a sus más grandes anhelos de una vida nueva y justa y con la sabiduría heredada de su padre Dios, todo aquella gracia se hacía vida en su lucha por que el reino de Dios fuera acogido con gozo, cambiando así toda la injusticia reinante en aquel momento histórico, por una vida libre de ataduras y resentimientos. Jesús lucho con su propia vida contra toda forma de maldad, pero no lo hace desde la ira, por el contrario, su más grade arma es su propia compasión para con los más frágiles y despreciados. No soporta ver sufrir a nadie, ni siquiera a los malos, su bondad no tiene límites. Ofrece desde las bienaventuranzas un nuevo estilo de vida, una vida cada vez más justa y solidaria, proponiendo de esta forma la conversión, que nos haga cambiar la forma de pensar y de actuar.
    Defendió sin temor ese lugar de soberanía de su padre, mostrando con cada respuesta, actuación o con su propio silencio que nadie está por encima de Dios. Nos propone vivencias cada vez más apremiantes y valientes como una restauración de la justicia social, un perdón generoso y permanente y una vida compasiva, fruto de esa unión con Dios. Con toda esta reflexión me siento más unida a Jesús en esta su plegaria apasionada “Padre ven a reinar”
    Claudia María Palacio L

  • #4

    Nancy Olaya (domingo, 02 septiembre 2012 14:32)


    Es un capítulo esencial. Para mi es el centro del evangelio y comprender su dinámica interna, nos ayuda a tener claves de interpretación de la Palabra de Dios (Biblia) y por otro lado, para situarnos evangélicamente frente a ciertos dilemas que nos presenta nuestra experiencia diaria.

    El Reino de Dios es el mensaje cardinal de Jesús. Me pregunto: ¿Nuestras catequesis, formación religiosa y otros espacios pastorales, anuncian el Proyecto de Jesús “EL REINO DE DIOS”? ¿O nos quedamos en elementos accidentales, doctrinales o meramente tradicionales?

    La lectura de este capítulo me generó entusiasmo y esperanza. Así mismo, me produjo alegría recordar que el CARISMA TERESIANO bebe directamente de estas fuentes bíblicas.

    Para no alargarme demasiado, voy a limitarme a señalar algunas de las características centrales de esta buena noticia para la humanidad:

    (a) El Reino de Dios es “Fuego”, es transformación de este mundo concreto. Teresa, Enrique… fueron seducidos por este fuego. Sus escritos y su vida son testimonios de este arrebato: “He venido a poner fuego en la tierra” (Lc 12,49). La transverberación de Teresa de Jesús es ese fuego en la tierra de los corazones de la humanidad.

    (b) El Reino de Dios está presente, Dios está ya aquí, actuando de manera nueva en toda experiencia humana no solo de manera íntima y espiritual, sino como una transformación que abarca la vida de las personas y los pueblos. Por lo tanto, no es una doctrina para aprender, es un acontecimiento histórico para acoger con fe: “El reino de Dios ya ha llegado”. Nuestra filosofía recalca el HOY y AHORA del Reino de Dios: “Educamos para la formación de personas sujetos de encuentro y transformadores sociales” (PET. Línea Maestra 1).

    (c) Dios y su reinado no vienen a tomar cuentas o a para imponer su “dominio religioso”. Lo que le preocupa a Dios es liberar a las gentes de cuanto las deshumaniza, les hace sufrir, les ata y les quita la dignidad de hijas e hijos de Dios. Jesús habla de la “compasión” no de la “ira de Dios”. El Reino de Dios es para todos/as: judíos y paganos, justos y pecadores, buenos y malos.

    (d) El Reino de Dios es un movimiento de curación, sanación, alivio, restauración y vida para todas y todos: “Yo he venido para que tengan vida, y vida abundante” (10,10).

    (e) El Reino de Dios ofrece la “paz” como la felicidad completa y opuesto a una vida indigna, desdichada, maltratada por la enfermedad o la pobreza.

    (f) Jesús entiende el reino de Dios como un reino de vida y de paz. Su Dios es “amigo de la vida” (Sabiduría 11,26).

  • #5

    Adriana Maria Castaño F. (domingo, 02 septiembre 2012 19:21)

    Nuevamente la lectura de este capitulo me mueve e inquieta de manera especial porque me muestra un Jesús que ante los más necesitados, desfavorecidos, humillados, los enfermos… se hace vida.
    Jesús desde el momento que llegó a Galilea comenzó a proclamar el reino de Dios, un reino apoyado en la verdadera confianza y fe. El aparece como en muchas otras ocasiones, recorriéndola, acompañado siempre por sus discípulos y mucha gente sencilla, anunciando la “Buena Noticia”.
    Este anuncio que se nos ha predicado ya por más de dos mil años en todo el mundo, en diversos lugares y nos invita a aplicar en cualquier circunstancia de nuestra vida. Pero si nosotros queremos que nuestra conversión sea sincera, la podremos lograr cuando nuestra vida sea regida por los Evangelios e iluminados por la Palabra de Dios.
    El evangelio nos da la Buena Noticia que Cristo Jesús vino a consolar a los afligidos, a sanar a los Enfermos, a perdonar a los pecadores y nosotros también necesitamos la salvación que Jesús nos trajo, y convertirnos, para que pasemos de la muerte a la vida, de las tinieblas a la Luz, y que seamos mujeres y hombres nuevas/os.

    Entonces…¿Qué papel debemos asumir hoy frente a esta situación? Dejemos a Dios actuar en nuestro interior y si ya hemos dado el primer paso a la conversión, ahora debemos consolidarlo y perfeccionarlo, volviéndonos a Dios para oír su Palabra, y acomodar nuestra vida a lo que quiere el señor. Para cumplir su Palabra, abrámosle nuestro corazón, dejémosle que penetre en nosotros y nos ayude a purificarnos, nos convierta, nos haga volver a Dios.

  • #6

    Ruben Darío Betancur Atehortua. (domingo, 02 septiembre 2012 22:08)

    En Jesús están puestas TODAS las esperanzas de un pueblo cansado de sufrir, mendigar y padecer los rigores y las cadenas puestas por las potencias extranjeras que cuando se les diera "la gana" venían a dominar y a someter al pueblo de Dios.Están hasta el cuello de tanta opresión, corrupción, sometimiento y esclavitud, ya no quieren más, algunos profetas habían alentado al interior del pueblo la esperanza de un SALVADOR, de un líder que vendrá a liberarlos del yugo opresor, alguien que les devolverá la identidad perdida; un hombre que le hablará sin tapujos y le dirá en la cara al opresor BASTA.
    Es en este panorama en el cual surge la figura real y verdadera de Jesús de nazaret, el hijo del carpintero, el que se atribuye el titulo de hijo de Dios, el que se atreve a llamar al creador, al que hizo el pacto con Abraham, con Isaac, y con Jacob; al liberador de la esclavitud de Egipto, al que le hablaba a Moisés cara a cara, al que eligió o los profetas, su padre. Blasfemo para unos y profeta para otros.
    Jesús es la imagen viva del Dios padre que se hace realidad en él. Habla del reino de Dios presente entre los hombres, que él es en sí el que trae el reino a la tierra, y que ese reino no es otra cosa que vivir en paz, amor, armonía, solidaridad y sobretodo JUSTICIA. Si justicia con los mas débiles y desheredados de su sociedad, con los que no tenían nada, con los que lo perdieron todo gracias al yugo apresor. Es a estos a los que el reino de Dios ha venido a hacerles justicia.Por eso su mensaje toma tanta fuerza, por que especialmente para los BIENAVENTURADOS

  • #7

    Rubén Darío Betancur Atehortúa. (domingo, 02 septiembre 2012 22:25)

    Terminaba la primera parte de mi reflexión con la palabra BIENAVENTURADOS.Vale la pena la siguiente reflexión:
    ¿Yo también hoy me siento Bienaventurado? y ¿Tú? y ¿Colombia? el ¿mundo? el mensaje del reino tenia un objetivo:Cambiar estructuras, promover cambios de mentalidad y comprometer a los oyentes en un discipulado y lo logró. Hoy y después de XXI siglos esas palabras de compromiso con el reino independiente nuestra posición social, nuestra profesión, nuestro estado civil y nuestra edad, sigue retumbando en nuestros oídos. No nos hagamos los sordos, comprometamos así como lo hizo Jesús con aquellos que aun continúan siendo explotados y oprimidos por el yugo de la droga, la explotación sexual, el maltrato en el hogar, el abandono, la soledad, la indiferencia, entre otros. Tenemos que ser también constructores del reino de Dios aquí en la tierra y comprometernos en la promoción humana llevada incluso hasta el extremo. ¿Lo haremos? ¿o de pronto es mejor seguir siendo indiferentes, cómodos y hasta sordos ante el clamor del que sufre?

  • #8

    Alejandra Tabares Fajardo (domingo, 02 septiembre 2012 22:32)

    Coincide esta lectura con un tema que compartía hace poco con alguna comunidad acerca de “la misión de Jesús”, a partir del texto de Lucas 4, 14-21: “…El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor…”. A partir de estos comentarios de Pagola, iluminé un poco más el sentido de la misión de Jesús, pues sentí que muchas de sus frases hacían eco del evangelio liberador del cual estaba tratando.
    La realidad de ese momento para el pueblo de Israel, y sobre todo para los “anawim” o “pobres de Dios”, era de una continua opresión que ahora estaba en las manos de Roma. Israel anhelaba un liberador definitivo, un salvador, un mesías, y para ello contaba con un modelo histórico de Rey: David. En su ardua lucha de establecerse en palestina, los profetas animan, anuncian, denuncian y se pronuncian para darle vida a la fe y la promesa liberadora de Dios. Los profetas son representantes de la voz de Dios, sin embargo, en Jesús, que es “más que un profeta…” habla Dios mismo, no solo con palabras, sino con obras, porque el Reino de Dios deja de ser una promesa, y se establece con su mensaje encarnado. La propuesta y acción liberadora de Jesús que nace de su “fuego en el corazón”, se hace vida en las pequeñas aldeas de Galilea, su Reino surge en medio del atropello de su gente, se alimenta con el dolor, y responde a la búsqueda de Dios del pueblo.
    Me recuerda fuertemente esta lectura la opción de Jesús por el ser humano, por el Reino de Dios del cual él mismo empieza a establecer y que de alguna manera quiere poner esa ansia escatológica en el corazón de los creyentes. Me ayuda a alimentar la fe y la esperanza, al descubrir que Dios ha pasado por mi vida dando libertad, y me hace confirmar que he empezado a degustar las primicias del Reino.

  • #9

    Dora Leonor Naranjo Correa (domingo, 02 septiembre 2012 22:54)

    PROFETA DEL REINO DE DIOS
    “El reino de Dios solo puede ser anunciado desde el contacto directo y estrecho con las gentes más necesitadas de respiro y liberación.”
    Si de formula se tratase, el itinerario de Jesús muestra la clave para acoger el reino de Dios: amor al ser humano y a Dios, que consiste en justicia y misericordia.
    El reino de Dios es mucho más que algo privado y espiritual. En Jesús vemos un anuncio más radical: la trasformación personal y social, porque Dios nos ha visto con buenos ojos, no nos quiere ver sufrir inhumanamente. Jesús muestra a un Dios compasivo, cercano a todos, sin distinción; un Dios que ve a la persona humana con especial amor, de ahí, surge el anuncio de Jesús: “yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia”
    Pero este reino anunciado debe ser recibido. Para ello es necesario un cambio de mentalidad y actuación. La autentica conversión es dejarse construir por Dios, es decir, asumir con alta dignidad la misión de ser hijos Dios. Al fin y al cabo la vida debe pensarse bajo esta premisa: Por amor fuimos creados; en el amor debemos vivir.
    Jesús nos enseña a vivir su evangelio de esta manera y nos invita a no perder la esperanza, sino a luchar por un mundo mejor, en el cual, Dios, se complace de nosotros y también nos espera en su reinado definitivo.

  • #10

    José William Ospina Castaño (lunes, 10 septiembre 2012 08:47)

    Cuarto Capítulo
    José William Ospina C
    En este capítulo, Pagola presenta un Jesús amigo, cercano y muy humano, que se puede resumir en este salmo: “misericordioso” (rahum) indica una “compasión” que nace de las entrañas y conmueve a toda la persona; “clemente” (hannún) expresa un amor gratuito, incondicional, desbordante; “amor fiel” (hésed) habla de la fidelidad de Dios a su amor por el pueblo.
    Jesús es bueno con todos incluso con los malos y desagradecidos.

    También les comparto algunas ideas que me parecen muy interesantes en estew capítulo.
    1. Jesús se marcha del desierto de la región de Jordán y se instala en Cafarnaúm, por ser un lugar estratégico para difundir la noticia del reino de Dios, pero Jesús no se quedó solamente en Cafarnaúm, visitó las poblaciones más cercanas, evitando las grandes ciudades de esa época.
    2. Para Jesús el lugar preferido de Cafarnaúm era las sinagogas donde se reunía con los campesinos a rezar, cantar…era el mejor lugar para anunciar la buena noticia del reino de Dios.
    3. Una razón importante por la cual Jesús se encuentra en estas tierras es porque sus gentes son las más pobres y despojadas a disfrutar del reino de Dios. La implantación del reino de Dios tiene que comenzar allí donde el pueblo está más humillado. El reino de Dios solo puede ser anunciado desde el contacto directo y estrecho con las gentes más necesitadas de respiro y liberación. Y es así como e l reino de Dios se va gestando allí donde ocurren cosas buenas para los pobres.

    4. Jesús no se dedica tampoco a exponer a aquellos campesinos nuevas normas y leyes morales. Les anuncia una noticia: “Dios ya está aquí buscando una vida más dichosa para todos.

    5. Uno de los momentos más difíciles para Jesús fue el desespero y la protesta del pueblo de Israel, sin templo ni instituciones propias, sometido a una humillante esclavitud. ¿Dónde estaba Dios, el rey de Israel?: pero Dios restauraría a aquel pueblo humillado y de nuevo lo liberaría de la esclavitud.

    6. Jesús sorprendió a todos con esta declaración: “El reino de Dios ya ha llegado”. Él lo está ya experimentando y quiere comunicarlo a todos. Esa intervención decisiva de Dios que todo el pueblo está esperando no es en modo alguno un sueño lejano; es algo real que se puede captar ya. Si Dios viene a “reinar”, no es para manifestar su poderío por encima de todos, sino para manifestar su bondad y hacerla efectiva. Es curioso observar cómo Jesús, que habla constantemente del “reino de Dios”, no llama a Dios “rey”, sino “padre”. Por eso su bondad no tiene límites, ni siquiera con los malos. Este es el Dios que está llegando.


LA CRISTOLOGÍA HOY. Olas de renovación en el acceso a Jesús

LA CRISTOLOGÍA HOY. Olas de renovación en el acceso a Jesús. De Elizabeth A. Johnson
El movimiento de la teología feminista dio origen a otra ola, cuyo tamaño fue creciendo a medida que la mayoría de los miembros de la Iglesia, durante mucho tiempo excluidos de los debates sobre Jesús, empezaron a articular sus aportaciones. En los últimos años se ha abierto paso la percepción de la inmensidad del mundo y de las gentes que lo habitan, y se está planteando la cuestión de la influencia universal de Jesús, el Cristo. Bajo la amenaza del desastre ecológico, la visión global se está ampliando aún más para incorporar la idea de que no sólo los seres humanos, sino todas las criaturas de la tierra y el mismo universo están destinados a la bendición final en Cristo. De este modo, las presiones, las necesidades y la nueva investigación, tanto dentro de la Iglesia como en el ancho, estrechamente unido y angustiado mundo, han conspirado juntas para crear, ola tras ola, nuevas comprensiones de Jesucristo.
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