La oración, un camino para recordar QUIÉN SOY

Por Nancy Olaya Monsalve

 

“¿No es pequeña confusión que por nuestra culpa no sepamos quién somos?” (1M 1,2)

Ninguna persona quiere vivir sin sentido ¡estoy segura! Creo que todo ser humano desea contestar la cuestión ¿QUIEN SOY? que en mi opinión, viene a ser lo mismo que lograr conectar con la propia “alma” y con su objetivo vital en el mundo. Es aquí donde Santa Teresa de Jesús nos brinda su considerable aporte. La tarea de la vida radica en alcanzar y permanecer conectado/a con el “alma” o “centro”, y expresarlo sean cuales fueren las circunstancias en las que nos encontramos (el trabajo anterior presenta aspectos del ambiente que le tocó vivir a la Santa).

Sería gran ignorancia, que preguntasen a uno quién es y no se conociese ni supiese quién fue su padre ni su madre ni de qué tierraQué bienes puede haber en esta alma o quién está dentro o el gran valor de ella, pocas veces lo consideramos” (1M 1,2)

En este proceso de descubrir quiénes somos, Teresa nos dice que se atraviesa inexorablemente por las dimensiones corporales, espaciales y temporales, pues “tenemos cuerpo” (Vida 22,10) y además tenemos raíces: ascendencia, padres, parientes y tierra (Cfr. 1M 1,2). Pero al mismo tiempo, nos llama a ir más allá del “engaste o cerca, que son estos cuerpos” (1 M 1,2) para conocer y entrar en contacto con esa dimensión profunda, nuclear y esencial de nuestro ser personal arraigado en lo divino. Para ella la vida consiste en desarrollar nuestras facultades más elevadas y unirnos con Dios que nos vive desde dentro, pero a la vez está fuera, en las demás personas, en la naturaleza y en el cosmos.

“En ninguna manera podía dudar que estaba dentro de mí, o yo toda engolfada en Él” (Vida 10,1)

 

Frente al mito de un mundo separado, de creaturas desconectadas entre sí y con su creador, Teresa nos asombra con una palabra que nos habla de interconexión permanente con lo divino y por lo tanto con las personas y la creación. Es una voz esperanzadora y liberadora del miedo que produce sentirnos separadas/os. Miedo es lo opuesto al amor que conecta y une. Dios está en todas partes y en todo. La presencia divina es individual y única en cada persona, pero al mismo tiempo la experimentamos en toda creatura, en el cosmos, y ello nos produce un sentimiento de seguridad y arraigo.

Ahora bien, esta conexión o relación es DON y TAREA. No se logra ‘per se’. Requiere inteligencia, voluntad, amor y ejercicio.  Si aspiramos a ser, comprender y expresar la propia “alma” o nuestra más genuina esencia, debemos alinear nuestras opciones y acciones cotidianas con este anhelo. Santa Teresa de Jesús, nos revela un camino, una llave, una puerta para conseguirlo: ¡LA ORACIÓN!

Vamos a caminar al hilo de algunos de los textos de Camino de Perfección, enlazados y tejidos desde mi propia experiencia espiritual.

LA ORACIÓN, UN CAMINO PARA RECORDAR QUIEN SOY- PROYECTO VITAL

En este tiempo vinieron a mi noticia los daños de Francia y el estrago que habían hecho estos luteranos” (C 1,2)

Teresa de Jesús vuelve a enraizar en las dimensiones físicas, su proyecto vital. Como hija de su tiempo y con su falta de conocimiento del protestantismo, no tenía forma de liberarse de los prejuicios existentes.

Toda mi ansia era, y aún es, que pues tiene tantos enemigos y tan pocos amigos, que ésos fuesen buenos, determiné a hacer eso poquito que era en mí, que es seguir los consejos evangélicos con toda la perfección que yo pudiese”  (C 1,2)

Como ya sabemos, ella se implicó activamente en una especie de movimiento apocalíptico que cundió en el ambiente. Pero contrario a lo que pensaríamos, ella no buscó la conversión de los protestantes, de los “otros”, los “separados”, los “malos” (muchas veces es primer objetivo de las iglesias, incluyendo la católica); Santa Teresa optó por iniciar la reforma de sí, de su orden y de la Iglesia católica. Su negocio esencial y principal fue la conversión propia, la de los cristianos, los católicos, incluyendo las jerarquías eclesiásticas. Así introduce su motivación: “De la causa que me movió a hacer con tanta estrechura este monasterio” (Introducción a Camino 1).

Estáse ardiendo el mundo… no es tiempo de tratar con Dios negocios de poca importancia” (C 1,5)

 

También hoy “arde el mundo” y los cristianos no podemos seguir con el “negocio de poca importancia y muchas veces pestilente” del separatismo y la rivalidad. El asunto de gran importancia, desde nuestro carisma teresiano, es y será, asumir con “magnanimidad y fortaleza una educación que colabore a la elevación moral de la humanidad, a la creación de una cultura de paz, que desde el conocimiento propio vaya a la raíz de los conflictos, la identificación de las causas de la violencia, la justa satisfacción de las necesidades de todos/as, el perdón y la reconciliación[1].

 

Que siendo tales… y que todas ocupadas en oración… ayudásemos en lo que pudiésemos a este Señor mío” (C 1,2).

 

Educamos Educándonos[2] es la mística de nuestra educación, por lo tanto y al mejor estilo teresiano debemos emprender cada una y cada uno la propia “reforma” de vida, entendida ésta como la transformación personal, o mejor dicho, como la conexión con aquello que SOMOS, conexión con nuestra “alma”, y permitir que esa esencia interna se exteriorice. Las energías o las realidades que surgen de nuestro “centro” dan lugar a grandes emprendimientos, como el que promovió Santa Teresa de Jesús.

Procuremos ser tales que valgan nuestras oraciones para ayudar” (C 3,2).

Teresa señala que lo más importante, lo esencial y principal en el camino de la ORACIÓN, no es el acto en sí mismo, sino el proceso que desencadena la oración. La oración transforma la vida del orante, pero al mismo tiempo, la vida misma modifica y determina la oración. Es así como la vida adquiere sentido y propósito y la oración ayuda a vivir desde la VERDAD sin traicionarse si mismo/a. ¿Cómo nos apartamos de nuestra esencia, de nuestra verdad original?

Y como me vi mujer y ruin e imposibilitada de aprovechar en lo que yo quisiera en el servicio del Señor”  (C 1,2)

Durante el proceso de socialización e individuación, la conexión con nuestra “alma” se va perdiendo poco a poco. Los llamados de nuestra esencia son suplantados por las voces paternas, la familia, los adultos significativos y en general por las costumbres y creencias de la cultura social reinante. Las personas (sobre todo mujeres en sistemas androcéntricos) tememos no encajar en el molde, no ser aceptadas y ser apartadas.

No penséis que por no andar a contentar a los del mundo os ha de faltar de comer… jamás por artificios humanos pretendáis sustentaros… Los ojos en vuestro Esposo, Él os ha de sustentar”  (C 2,1)

Por lo tanto, nos vemos forzadas/os a producir una especie de máscara. Con ella, tratamos de expresar quien somos de una forma que sea aceptable para la sociedad y los grupos en la que vivimos. Presentamos nuestra máscara según lo que esos sistemas prescriben como correcto, bueno y aceptable.

Con la máscara nos relacionamos con las otras personas, nos vinculamos a ellas, pero nos desconectamos con nuestra esencia más profunda. Teresa supo de máscaras y supo de “no encajar” en la cuadricula. También supo de la libertad que ofrece el abandonar el afán patológico de contentar y gustar a los demás y vivir desde el “centro”, desde la conexión con Dios, vivir desde la oración.

Por su mandamiento venimos aquí; verdaderas son sus palabras, no pueden faltar; antes faltarán los cielos y la tierra. No le faltemos nosotras…”  (C 2,2)

Teresa de Jesús encontró la forma de recordar QUIÉN ES, de lograr vivir el propósito vital y de sentirse segura y digna. Viviendo desde sus máscaras nunca logró la sensación interna de seguridad y estima que tanto se esforzó por alcanzar.  Encontró la forma de conocer sus anhelos más profundos, sus sueños más hondos, y en ellos descubrió quién es, y su tarea en la historia y la Iglesia.

cuando vuestras oraciones y deseos y disciplinas y ayunos no se emplearen por esto que he dicho, pensad que no hacéis ni cumplís el fin para que aquí os juntó el Señor”  (C 3,10)

Teresa de Jesús vivió la oración como un ejercicio que implica reconocer su sistema de defensa (máscara) y liberarse de todo aquello que nos desconecta de nuestro proyecto vital y de aquella parte de nosotras/os que está religada con Dios. Ella se experimentó llena de sabiduría, amor y valor. En la oración recibió el don de vivir en verdad, comunión y la autoconsciencia clara.

GLOSANDO LO QUE PARA SANTA TERESA ES LA ORACIÓN

Gran bien[3] hace Dios a un “alma” cuando la dispone para tener oración con voluntad (8,4).

Quién se ejercita en oración mental, tiene un gran bien, así lo han escrito muchos santos y santas (8,4).

Quien no ha comenzado oración, no carezca de tanto bien. No hay aquí que temer sino que desear (8,4).

Oración mental es tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama (8,5).

Dios va regalando, sufriendo y esperando a que nos hagamos a su condición. Al buscar su amistad y fiarnos de Él, sustenta la vida [4] del cuerpo con mas salud y la da al “alma” (8,6).

Los bienes (joyas-tesoro) que recibidos en gratuidad en la oración nos despiertan a amar y servir humildemente (10,4).

Dejar emerger la fuerza del “alma” (bienes), la riqueza recibida como rico, para aprovechamiento a sí y a los demás (10,6).

Determinarnos a seguir camino de oración es convertirnos en servidores del amor, nunca más del temor (11,1).

TODO POR JESÚS



[1]     Propuesta Educativa Teresiana, Marco Operativo ‘EDUCACIÓN’ #5.

[2]     Ibíd. ‘EDUCACIÓN’ #2, #4, Líneas Maestras y Mística de la Educación Teresiana.

[3]   El bien siempre es concreto: Se compone de habilidades, sentimientos, valores, creencias, cooperación y progreso humano, pero a la vez tiende a una bondad que está más allá de los desencantos, límites e imperfección. Desde Dios podemos conocer y hacer lo verdaderamente bueno y valioso, no solo lo que nos agrada (Tomado de METODO TEOLÓGICO de Bernard Lonergan.

 

[4]    La vida en todas sus dimensiones y expresiones.  He venido para que tengan vida en abundancia” Jesucristo.  

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Comentarios: 14
  • #1

    María José Pérez (jueves, 02 enero 2014 10:27)

    Gracias, Nancy, por invitarnos a iniciar el año con esta hermosa reflexión. De las palabras del artículo, como siempre tan rico, me quedo con una frase: «Teresa señala que lo más importante, lo esencial y principal en el camino de la ORACIÓN, no es el acto en sí mismo, sino el proceso que desencadena la oración». Y es que la oración ha de ser siempre expresión de una relación de amistad con Dios, que se alimenta a través de ella, pero no entendida solo como acto orante, sino como compromiso vital amoroso. Puede existir aparente oración y faltar eso otro, y por lo tanto, no hay auténtica oración. Es clave en el discernimiento en un contexto como el actual, donde tantos grupos exaltan la religión y no atisban el Evangelio.

  • #2

    Nancy Olaya Monsalve (jueves, 02 enero 2014 10:35)

    FELIZ AÑO María José!!! El 2014 es un buen año para seguir o comenzar una práctica orante que, como tu dices, transforme la vida en un camino de amistad con Dios!!! Gracias por tu comentario.

  • #3

    ximena Domínguez Irisarri (viernes, 03 enero 2014 16:24)

    Lo importante es la unión de lo espiritual y lo corporal y la oración promueve un estado de meditación profunda hacia la unidad del ser humano, Feliz año

  • #4

    Nancy Olaya Monsalve (viernes, 03 enero 2014 16:42)

    Ximena, gracias por tu comentario. En pocas palabras nos regalas un tips espiritual de gran valor!!! gracias por compartir!!!

  • #5

    Miguel Angel Aguilar Arreola. (sábado, 04 enero 2014 13:10)

    "Dentro de la sociedad de su tiempo, la gran revolución de Santa Teresa ha consistido en decir a las mujeres que piensen por sí mismas, en el plano más importante de la vida, que es el pensamiento sobre el sentido de Dios, sobre el sentido de su propia vida." Xavier Pikaza

    Santa Teresa tiene el título de “madre de los espirituales”, su vida y obra la dedicó a eso a ser madre y maestra de los que quieren aprender el camino de la oración. Teresa promueve un camino revolucionario que rompió y sigue rompiendo esquemas, su oración es la oración de Cristo es decir una oración de Vida, no del templo o de ratos. Teresa hace de la oración un estilo de vida que promueve un profetismo activo: “Para esto es la oración, hijas mías; de esto sirve este matrimonio espiritual: de que nazcan siempre obras, obras” (M VII,4,6).

    Teresa puede considerarse una revolucionaria, una subversiva, su oración no es una meditación autocomplaciente, su oración es una búsqueda de libertad interior que ni el poder político, ni religioso puede censurar o reprimir. La oración teresiana fuera de las teorías de su época involucra los sentidos, su cuerpo y sobretodo sus acciones, termómetro exacto del verdadero espiritual.

    Teresa propone algo tan antiguo como siempre novedoso: volver a Cristo. Es Cristo, el Evangelio, la única autoridad en nuestra vida. la oración no es otra cosa sino unión con Dios, pero con el Dios de Cristo (ese que es “nuestro dechado”) que libera, denuncia, sana e incluye.

  • #6

    Nancy Olaya Monsalve (sábado, 04 enero 2014 13:26)

    Miguel Angel que importante aporte el que nos haces. La oración en Santa Teresa es un camino vital de encuentro con Jesucristo!!! Nuestra Santa se separa de aquellas formas de mística en las que se prescribe dejar el conocimiento de Cristo humano para lograr el conocimiento de Dios, es decir, formas poco cristianas a mi modo de entender. Ella misma critica agudamente las orientaciones que exigían apartar de sí toda imaginación corpórea, aunque sea la de la humanidad de Cristo (cfr. Vida 22). La humanidad de Cristo, es la puerta por donde hemos de "entrar". Gracias por recordarnos este mensaje directo, claro y fundamental de SANTA TERESA DE JESÚS!!!

  • #7

    Paula Andrea Díaz (domingo, 28 agosto 2016 11:55)

    Me tome el tiempo de leerlo varias veces porque no estoy familiarizada con este tipo de lecturas y creo que es un regalo recibirla porque antes no la hubiera entendido. Todo llega cuando estoy preparada para asimilarlo. Me quedo con la compresión de sentir que no estamos separados y es allí donde dejamos de sufrir y de prender cambiar a las personas quienes también están en su proceso de conocerse. Solo hay que amar y transformar a alguien y ese alguien soy yo. Tarea ardua pero necesaria para estar en paz y así brindar paz. Gracias!

  • #8

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (domingo, 28 agosto 2016 19:51)

    Hola Paula, gracias por tomarte el tiempo y leer el artículo. Me encanta que te quedes con el sabor de "no estar separados"... ni de Dios, ni de los demás. Es una buena noticia!!! Nos han vendido la idea de la separación, ahí nace el miedo y la culpa, dos aspectos que nos impiden crecer y llegar a saber QUIEN SOMOS. Bendiciones!!!!

  • #9

    Damarys Vanegas (lunes, 29 agosto 2016 07:24)

    Muy interesante tu artículo me encanta y seguiré leyéndolo.
    Pero pienso también que Teresa nos invita a encontrar el sentido del amor para demostrarnos que la vida no es lo más importante, lo importante es lo que sintió en la oración un desbordamiento emocional y mental que es producida por esa conexión del alma espiritual o conectividad con él. Que podríamos llamarlo meditación trascendental quien vivía en meditación en una expansión interior o comunicación profunda del propio ser logrando así una amistad quien presentía que la amaba.
    Debemos comprender que la oración no nace precisamente de cada uno de nosotros es propiamente un don, un regalo de Dios quien es el primero en llamarnos.

  • #10

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (lunes, 29 agosto 2016)

    Lindo comentario Damays!!! Te agradezco tu reflexión. Vida y oración tienen que ir de la mano, tienen que tener cierta coherencia. Si la oración no transforma la vida, nuestra oración es ilusión o escapismo. Ella, la vida, es el termómetro para darnos cuenta de la autenticidad de nuestro encuentro con el amado. Bendiciones!!!!

  • #11

    Patricia Obando (martes, 30 agosto 2016 13:25)

    La oración,,,,,Oración es Meditar,Unión de lo espiritual con lo terrenal. Nuestra vida esta llena de oraciones cada instante,"El mundo es la pantalla que surge entre el reino de Dios y lo que nosotros llamamos Realidad"
    Hermoso escrito!

  • #12

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (martes, 30 agosto 2016 13:34)

    Querida Patricia, gracias por tu resonancia!!! Dices bien que nuestra existencia es multidimensional, está entretejida de campos diversos y con el ejercicio orante y meditativo podemos acceder más allá de nuestro espacio/tiempo. Es una aventura!!! Gracias por compartir y tomarte el trabajo de leer mi escrito. Bendiciones!!!!

  • #13

    Lina Alfaro (martes, 30 agosto 2016 17:12)

    Excelente articulo y lo revisare las veces que sea necesario , para no olvidar lo importante que es estar en constante comunicación con Dios a través de la oración. Los seres humanos muchas veces nos acordamos de hacer una oración cuando estamos en apuros , pero lo ideal es saber agradecer por todo lo que recibidos en el diario vivir. y nunca olvidar que somos seres que estamos en proceso de crearnos, crecer y evolucionar. Nancy muchas gracias a veces necesito un polo a tierra y hoy con esta reflexión has sido mi polo a tierra.

  • #14

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (miércoles, 31 agosto 2016 10:29)

    Hola Lina!!!! Que alegría y gracias a ti por tu comentario!!! Dios y su acción sanadora y liberadora nos acompaña siempre. Aún a pesar de nuestra consciencia dormida. Gracias por recordarnos este misterio de misericordia. Ayer oramos en comunidad un salmo llamado: AL PADRE DE LAS MISERICORDIAS. Una de las estrofas rezó así:

    Padre de todos los seres humanos,
    Dios cercano y misericordioso,
    la Paternidad total,
    el don entregado sin marcha atrás.

    Ese es Dios. Bendiciones!!!!