TERESA DE JESÚS NARRADORA: De encuentros en las encrucijadas del propio camino

Por Nancy Olaya Monsalve

 

¿Qué hubiera pasado si en tiempo de Santa Teresa de Jesús, las mujeres contaran con los medios que tenemos ahora para encontrarnos y emprender juntas? ¿O que por lo menos conocieran las ideas y la obra de las que les antecedieron?

 

Hadewijch de Amberes (¿?-1260) mística, poetisa y beguina; Beatriz de Nazaret (1200-2264) monja cisterciense, mística, beguina, amanuense y confeccionista de libros litúrgicos; Margarita Porete (1250-1310) religiosa, mística, escritora y beguina, acusada de hereje y quemada por la inquisición; Christine de Pizan (1364-1430) escritora, poetisa, historiadora e iniciadora del movimiento en defensa de la mujer; Isotta Nogarola (1418-1466) escritora humanista y filósofa del renacimiento, no contrajo matrimonio ni se hizo monja, se recluyó en su casa para dedicarse a sus estudios y la ascesis; Sofonisba Anguissola (1532-1625) destacada pintora italiana del renacimiento, visitada por muchos colegas y varios de ellos aprendían de su técnica, reconocida internacionalmente y respetada como ilustre mujer; Oliva Sabuco (1562-¿?) en su obra, nueva Filosofía de la Naturaleza del Hombre, afirmó la estrecha relación entre la mente y el cuerpo; Maria Le Jars de Gournay (1565-1645) autodidacta, alquimista, escritora y editora, defendió con ahínco los derechos de las mujeres y mantuvo una estrecha amistad con el filósofo Michel de Montaigne; Maddalena Casulana, Martine de Bertereau, Baronesa de Beausoleil, Isabella Cortese… ¡Y otras más y más y más!!! El mero ejercicio de recordarlas nos llena de valor y esperanza. Nuevamente preguntémonos ¿qué hubiese sido de la humanidad si estás mujeres hubieran tenido la oportunidad de encontrarse? ¿o si Santa Teresa de Jesús las hubiera conocido, y tal vez, caminado su lado?

 

La historia, Dios/a, reunió a algunas mujeres alrededor de nuestra Santa: “Ofrecióse una vez, estando con una persona, decirme a mí y a otras que si no seríamos para ser monjas de la manera de las descalzas, que aun posible era poder hacer un monasterio. Yo, como andaba en estos deseos, comencélo a tratar con aquella señora mi compañera viuda que ya he dicho, que tenía el mismo deseo. Ella comenzó a dar trazas para darle renta… concertamos de encomendarlo mucho a Dios” (Vida 32, 2); “Ordenó el Señor que tuviese noticia de mí una beata de nuestra Orden… Habíala el Señor movido el mismo año y mes que a mí para hacer otro monasterio…  y como le puso este deseo, vendió todo lo que tenía y fuese a Roma a traer despacho para ello, a pie y descalzaEn quince días que estuvo conmigo, dimos orden en cómo habíamos de hacer estos monasterios” (Vida 35, 1-2). Algunas mujeres se encuentran por los caminos de la vida, se reconocen, se eligen y sienten que desde siempre fueron del mismo grupo, de la misma tribu. Algo las une, las insta a contemplar y situarse en su contexto de una manera y no de otra; en el caso de Teresa de Jesús y su círculo, deciden hacer algo para mejorar, no solo ellas, sino la humanidad: “De aquí también gané la grandísima pena que me da las muchas almas que se condenan… y los ímpetus grandes de aprovechar almas, que me parece, cierto, a mí que, por librar una sola de tan gravísimos tormentos, pasaría yo muchas muertes muy de buena gana” (Vida 32, 6).

 

Estoy convencida que el arrojo y la valentía de una mujer se labra en compañía con otras. Cabezas, corazones y entrañas se juntan alrededor de “un fuego”, y allí, es ese espacio construido entre todas, es posible que aparezca la consolación, que crezcan las fuerzas y que emerjan ideas y planes alternativos frente a una  realidad que no satisface y que se la siente deshumanizante: “Pensaba qué podría hacer por Dios. Y pensé que lo primero era seguir el llamamiento que Su majestad me había hecho a religión, guardando mi Regla con la mayor perfección que pudiese” (Vida 32, 9). Este es el fuego que mueve a estas mujeres, se reconocen a sí mismas más allá que una simple individualidad, para saberse personas con una tarea colectiva en un mundo afligido, desesperado y descontento. Para mí ese es el sentido de la visión de los infiernos: “Esto no es, pues, nada en comparación del agonizar del alma: un apretamiento, un ahogamiento, una aflicción tan sentible y con tan desesperado y afligido descontento, que yo no sé cómo lo encarecer. Porque decir que es un estarse siempre arrancando el alma, es poco, porque aun parece que otro os acaba la vida; mas aquí el alma misma es la que se despedaza” (Vida 32, 2).

 

Ahora bien ¿cuál fue el planteamiento alternativo de Santa Teresa y su grupo? Quiero resaltar interesadamente tres aspectos, sin pretender desarrollarlos, solo señalar algunas líneas de interpretación:

 

  • Su propuesta hizo posible una situación nueva y alternativa para las mujeres pobres y excluidas de su tiempo, con impacto no solo a nivel religioso, sino también social. El tema ‘con renta’ o ‘sin renta’ se instala allí. Mujeres de cualquier estadio socioeconómico podían ser candidatas: “Pues fue para mí como estar en una gloria ver poner el Santísimo Sacramento y que se remediaron cuatro huérfanas pobres (porque no se tomaban con dote) y grandes siervas de Dios, que esto se pretendió al principio, que entrasen personas que con su ejemplo fuesen fundamento para en que se pudiese el intento que llevábamos, de mucha perfección y oración” (Vida 36, 6). Una no sabe que es peor para el patriarcado de la época ¿qué sean mujeres las emprendedoras? ¿o qué el proyecto altere la ubicación social, cultural y religiosa de muchas de ellas? Veo en estos textos un gran potencial para desvelar ideologías de orden kyriarcal, y por otro lado, fomentar paradigmas desde el horizonte neotestamentario del ‘discipulado de iguales’ que señalan una nueva relacionalidad.
  • La experiencia de Dios, tanto de Teresa de Jesús como la de sus compañeras de causa, les capacitó para permanecer y apoyarse en la convicción de que Dios (Jesús) estaba de su lado: “Y estando en estos términos y siempre con ayuda de muchas oraciones y teniendo comprada ya la casa en buena parte, aunque pequeña... que me había dicho el Señor que entrase como pudiese, que después yo vería lo que Su majestad hacía. ¡Y cuán bien que lo he visto! Y así, aunque veía ser poca la renta, tenía creído el Señor lo había por otros medios de ordenar y favorecernos” (Vida 32, 18). No sobra decir, que se desprende una imagen de Dios que favorece a las/os humildes y defiende a las/os pequeños. Se evidencia igualmente, que la bondad, la perseverancia, la fidelidad y el coraje triunfan sobre la fuerza bruta y/o sobre la tímida resignación de los varones: “Fueron tantos los dichos y el alboroto de mí mismo monasterio, que al Provincial le pareció recio ponerse contra todos, y así mudó el parecer y no la quiso admitir. Dijo que la renta no era segura y que era poca, y que era mucha la contradicción. Y en todo parece tenía razón. Y, en fin, lo dejó y no lo quiso admitir. (Vida 32, 15).
  • Por méritos propios estas mujeres se pusieron al servicio del Evangelio: “Espantábame yo de lo que ponía el demonio contra unas mujercitas y cómo les parecía a todos era gran daño para el lugar solas doce mujeres y la priora” (Vida 36, 19); “¡Oh grandeza de Dios! ¡Y cómo mostráis vuestro poder en dar osadía a una hormiga! ¡Y cómo, Señor mío, no queda por Vos el no hacer grandes obras los que os aman, sino por nuestra cobardía y pusilanimidad!” (Fundaciones 2, 7). Cabezas, corazones y entrañas se juntan alrededor del “fuego del Evangelio”, el mismo que las hizo capaces de construir los propios cimientos de tal manera que se sintieron más sabias, más buenas, más fuertes y más decididas a dar vida, a acoger el misterio, el sufrimiento y el gozo de su causa: “Gran cosa es un enfermo hallar otro herido de aquel mal. Mucho se consuela de ver que no es solo. Mucho se ayudan a padecer y aun a merecer. Excelentes espaldas se hacen ya gente determinada a arriscar mil vidas por Dios y desean que se les ofrezca en qué perderlas. Son como soldados que, por ganar el despojo y hacerse con él ricos, desean que haya guerra” (Vida 34, 16).

 

Estos son apenas betas para futuras profundizaciones. Es una reflexión abierta. Concluyo apoyándome en palabras de la Santa: “Como llegué y di mi descuento a la prelada, aplacóse algo, y todas enviaron al Provincial, y quedóse la causa para delante de él. Y venido, fui a juicio con harto gran contento de ver que padecía algo por el Señor, porque contra Su Majestad ni la Orden no hallaba haber ofendido nada en este caso; antes procuraba aumentarla con todas mis fuerzas, y muriera de buena gana por ello, que todo mi deseo era que se cumpliese con toda perfección. Acordéme del juicio de Cristo y vi cuán nonada era aquél” (Vida 36, 12).

 

SANTA TERESA DE JESÚS ES POSEÍDA POR UN NUEVO PODER, UNA ENERGÍA PURIFICADORA Y RENOVADORA QUE LA ABRE A NUEVAS VÍAS DE COMPROMISO CON LA HUMANIDAD. AHORA ES CAPAZ DE ACTUAR Y RESISTIR

 

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Comentarios: 8
  • #1

    Patricia Obando Angel (viernes, 17 febrero 2017 07:30)

    Si éstas valientes mujeres hubieran tenido la oportunidad de Emponderase y hacer su "voz" más fuerte y que abarcara más allá de su pequeño círculo, nuestro vivir en el Femenino hubiera sido diferente, mostrando que el caminar con el Dios interno de la mano nos llevaría por el camino de la "redención" y nos sentiríamos más merecedoras de la vida misma. Hermoso escrito Nancy!

  • #2

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (viernes, 17 febrero 2017 20:19)

    Querida Patricia... un campo y su resonancia las alcanzó allí en el rincón en el que se encontraban... pero aún no podían reunirse en un mismo lugar. Sin embargo hicieron lo que les correspondió. Ahora nos toca a nosotras!!! Gracias por tu compartir!!!

  • #3

    Damarys Vanegas (viernes, 17 febrero 2017 20:22)

    Puedo decir que santa Teresa de Jesús no nace con la vocación de escritora sino que crece el interés de escribir y su amistad con Cristo a pesar de las dificultades que existían en esa época en España pues no la respetaron como mujer ni como religiosa pues fue perseguida y condenada por la inquisición acusada de practicar una doctrina nueva y supersticiosa, llena de embustes y semejante a la de los alumbrados de Extremadura era un mundo dominado por los hombre, defendiendo el derecho a las mujeres a desarrollar su propia personalidad no sufriendo por ello desprecios e insultos.

    Los inquisidores investigaron el Libro de la vida con la seguridad de que contenía engaños muy graves para la fe cristiana lo que le preocupaba a la iglesia e injuriada por algunas personas. La Santa nos invita través de sus escritos a encontrar una puerta de expresión e ir más allá de la comunicación como transmisora de expresión y en cuanto con quien nos identificamos creo que la pregunta sería ¿Estaríamos dispuesta a seguir el legado de muchas mujeres en comunicar y luchar por nuestro derecho?

    Ya que la presencia de la mujer en los medios de comunicación sigue siendo escasa en sus dos vertientes, como profesional de la información y como objeto protagonista de la misma.

  • #4

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (viernes, 17 febrero 2017 20:26)

    Gracias Damarys por leerme y hacer un comentario desde tu sentir. Debemos como bien dices, continuar el legado de nuestra Santa, una mujer que no solo experimentó sino que hizo el esfuerzo en comunicar su experiencia de lo humano y de lo divino. Bendiciones!!!

  • #5

    Maria Eugenia Piedrahita (viernes, 17 febrero 2017 22:38)

    La obra de santa Teresa hace parte de una larga historia de reivindicaciones, una larga lucha para que la mujer pueda ocupar un papel digno dentro de la sociedad . A pesar de todas estas grandes luchas que viene registrando la Historia, sobre todo en los últimos siglos, en el momento actual seguimos registrando quejas y malestar por la falta de una verdadera identidad. Puedo hablar de la Mujer como Vida, como Energía, como Amor y como Sabiduría. Cuatro características, que si tomamos conciencia de nuestra escencia, son verdaderas armas que nos permiten librar nuestra propia batalla y ser las grandes heroinas dadoras de Vida en todos los sentidos, no sólo porque la mujer puede dar a luz, sino porque está capacitada para ayudar a vivir, y es la gran educadora. Ese "Fuego"del que hablo la Santa está en todas las manifestaciones femeninas de la tierra , en el fuego del altar, en el del hogar, es lo que está en el centro de la casa, en el centro del templo…
    La mujer puede criar, impulsar, inspirar… en nuestras manos está el dar la vida y mantenerla. Nuestro reto es dejar atrás las sombras, conquistarnos a nosotras mismas venciendo nuestros más profundos miedos y dejando que aflore el poder que hoy duerme en nuestro interior. Asumiendo el legado que han dejado grandes mujeres como Santa Teresa atraves de la acción, el sentimiento y el pensamiento las cualidades que definen una verdadera diosa como puente entre la tierra y el cielo, llenándonos de luz para derramarla a manos llenas. Todo en su momento es perfecto, el fuego atrae la mision es no dejar que se apague .

  • #6

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (sábado, 18 febrero 2017 17:21)

    Querida María Eugenia, tus palabras me recuerdan el arquetipo femenino llamado HESTIA y también me recuerda esa otra imagen del aspecto femenino de la divinidad en el judaísmo SHEKINAH... ambas palabras nos conectan con el fuego, con el alma, con la morada sagrada. De hecho hay un hermoso artículo que si no recuerdo mal se titula: "Cuando las mujeres se reúnen alrededor del fuego". Es decir, cuando somos convocadas por nuestra "alma" cualquier maravilla puede acontecer... Teresa convocó a un grupo de mujeres y allí aconteció el milagro.

    La sociedad tiene miedo de los círculos de mujeres, de los grupos de mujeres... porque allí acontecen milagros... Cuántos milagros has presenciado en medio de mujeres reunidas? Yo muchos y tu?

  • #7

    Catalina De Los Rios (lunes, 20 febrero 2017 20:09)

    Todo lo que hicieron estas mujeres es muy valioso pues fue una época difícil para las mujeres y la toma de decisiones, me encanta cuando esplican la escrita de Santa Teresa pues para mí es muy confusa, le encuentro más sentido. Quisiera que fueran artículos más cortos sobre sus escritos y más dicernimiento. El final muchas gracias �

  • #8

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (martes, 21 febrero 2017 09:38)

    Hola Catalina, gracias por tu aporte. Que rico que estos artículos y otros te ayuden a encontrarte con Teresa de Jesús y a comprender su gran enseñanza. Bendiciones!!!