Teresa de Jesús narradora de la bondad y el poder de las mujeres sujetas activas en la historia

Por Nancy Olaya Monsalve

 

Atendiendo a las orientaciones para este trabajo, quiero elaborar mi síntesis desde “la clave” señalada en el subtítulo. Espero me permita articular las ideas de mayor resonancia y comunicar las reflexiones que generaron. Intentaré ser fiel al texto teresiano y al mismo tiempo situarme desde mi propia experiencia, es decir, lo que se dice tiene un fuerte sustrato de vivencia personal aunque no se narre de esta forma.


Comienzo diciendo que Teresa participa indudablemente del imaginario de lo femenino de su época, es decir, una visión profundamente sexista. Ella es sexista, machista y misógina como cada una/o de sus contemporáneos, ni más ni menos. Expresiones como: “no somos tan fáciles de conocer” (Cta. 131, 7); “para mujeres es más malo” (V 12,7); “en fin, mujer, y no buena” (V 18,4); “es menester tiento, en especial con mujeres… porque es mucha nuestra flaqueza” (V 23,13); “es muy de mujeres y no querría lo parecieseis en nada” (CE 11,8; CV 7,8); etc., denotan esta implicación y enraizamiento cultural ¡no pudo ser de otra forma! Ahora bien ¿cómo se CONVIERTEen narradora de la bondad, la dignidad, el poder y la autoridad propias y de las otras mujeres? Es lo que intento responderme.


Mi suposición es que cuando Teresa de Jesús piensa, narra, y en ello, encuentra sentido a su experiencia, rebasó el ámbito de lo dado, lo reglado y dejó emerger desde su propia vivencia, aquella otra realidad “veraz y buena” aunque no narrada y/o asumida oficialmente. En este proceso se encuentra a sí misma con una vida propia, con su DON: “No hallo yo cosa con que comparar la gran hermosura de un alma y la gran capacidad… El mismo dice que nos crió a su imagen y semejanza… para que apenas podamos entender la gran dignidad y hermosura del ánima” (1M 1,1). El crecimiento de la propia interioridad permite contactar con el poder y la bondad interior y empuja a situarse como genuina sujeta de la historia. ¡Qué distinto este lenguaje del señalado en el párrafo anterior!


Ahora bien, no es mi propósito desarrollar lo referente a su estrategia retórica y las herramientas que le permitieron expresar sus ideas sin enfrentarse directamente a las autoridades eclesiásticas o situarse como una amenaza para ellas. Más bien, deseo señalar que la narración de la propia experiencia, rehabilita a las mujeres[1]. La Santa, en situación de subordinación y censura, encontró en este recurso, una forma de recuperar su vida e impactar la de las/os demás. La narración de su experiencia fue su arma y autoridad: “Así que vuestra merced, hasta que halle quien tenga más experiencia que yo y lo sepa mejor, estése en esto” (V 22,13). Mediante la “autobiografía” se pudo liberar de los conceptos estrechos y prejuiciados de los varones y mujeres de su época. 

 

No solo se desembaraza de estas concepciones, sino que además se singulariza e individualiza, reivindicando su propia experiencia: “Son letrados y espirituales, y saben lo que dicen, y por muchos caminos y vías lleva Dios a las almas. Cómo ha llevado la mía quiero yo ahora decir… diré lo que me acaeció” (V 22,2). Como otras mujeres, también recurre al discurso místico, aceptado en la cultura patriarcal por su carácter interno y sicológico[2] y de esta manera, enfatiza continuamente que sus opiniones están fundamentadas en su experiencia y que no posee ningún interés intelectual: “… importan mucho los avisos que he dado, me he alargado tanto. Y habránlos escrito en otras partes muy mejor, yo lo confieso, y que con harta confusión y vergüenza lo he escrito, aunque no tanta como había de tener. Sea el Señor bendito por todo, que a una como yo quiere y consiente hable en cosas suyas, tales y tan subidas” (V 12,7).


De acuerdo a todo lo anterior, Teresa de Jesús comparte el LUGAR TEOLÓGICO de la teología feminista, en cuanto que ésta, reflexiona sobre la experiencia de las mujeres. En una época en la que las vivencias femeninas son ridiculizadas, despreciadas y satanizadas, la Santa hace teología y anuncia un ROSTRO DE DIOS desde su sensibilidad de mujer. Se resitúa frente a la cultura patriarcal contestando el sexismo con el acercamiento a sí misma y a las demás como “buenas”, dignas de consideración y reconocimiento. Veamos solo unos cuantos rasgos de ese rostro de Dios:


  • Es un Dios incluyente: “Porque creo hay pocos que hayan llegado a la experiencia de tantas cosas… hay muchas más (mujeres) que hombres a quien el Señor hace estas mercedes, y esto oí al santo Fray Pedro de Alcántara (y también lo he visto yo), que decía aprovechaban mucho más en este camino que hombres, y daba de ello excelentes razones… todas en favor de las mujeres (V 40,8).
  • Un Dios compasivo: “No pongáis, Criador mío, tan precioso licor en vaso tan quebrado, pues habéis ya visto de otras veces que le torno a derramar… ¿Cómo dais la fuerza de esta ciudad y llaves de la fortaleza de ella a tan cobarde alcaide, que al primer combate de los enemigos los deja entrar dentro? No sea tanto el amor, oh Rey eterno, que pongáis en aventura joyas tan preciosas” (V 18,4).
  • Un Dios liberador: “… ni aborrecisteis, Señor… las mujeres, antes las favorecisteis siempre con mucha piedad y hallasteis en ellas tanto amor y más fe que en los hombres... ¿No basta, Señor, que nos tiene el mundo acorraladas… que no hagamos cosa que valga nada por Vos en público, ni osemos hablar algunas verdades que lloramos en secreto, sino que no nos habíais de oír petición tan justa? No lo creo yo… que sois juez justo y no como los jueces del mundo, que como son hijos de Adán y, en fin, todos varones, no hay virtud de mujer que no tengan por sospechosa. Si, que algún día ha de haber, Rey mío, que se conozcan todos… veo los tiempos de manera que no es razón desechar ánimos virtuosos y fuertes, aunque sean de mujeres” (CE 4,1; CV 3,7).


Teresa experimenta la deshumanización en la que ha sido sumida la mujer, se hace consciente, reflexiona, analiza y deja emerger en su narrativa el sentimiento de indignación y resistencia: “Y si es mujer, se aflige del atamiento que le hace su natural porque no puede hacer esto, y ha gran envidia a los que tienen libertad para dar voces, publicando quién es este gran Dios de las Caballerías (6M 6,3); “Llegada un alma aquí, no es sólo deseos los que tiene por Dios, su Majestad la da fuerzas para ponerlos por obra…. Ordenad Vos, Señor, como fuereis servido… mujeres eran otras y han hecho cosas heroicas por amor de Vos. Yo no soy para más de parlar… Todo se va en palabras y deseos cuanto he de servir, y aun para esto no tengo libertad, porque por ventura faltara en todo (V 21,5); “Ahora, pues, tornando a los que quieren beber de esta agua de vida… digo que importa mucho, y el todo… una grande y muy determinada determinación de no parar hasta llegar a ellamurmure quien murmurare… como muchas veces acaece con decirnos: «hay peligros», «fulana por aquí se perdió», «el otro se engañó», «el otro, que rezaba cayó», «dañan la virtud», «no es para mujeres, que les podrán venir ilusiones», «mejor será que hilen», «no han menester esas delicadeces», «basta el Paternóster y Avemaría»” (CE 35,2; CV 21,2).

 

En estos textos y otros muchos, Teresa deja al descubierto la degradación del ser de las mujeres en contradicción con el poder creativo, la dignidad y la bondad que existe en ella y por lo tanto en todas las mujeres. Cuando exalta a sus monjas o a las mujeres que conoce, se exalta a sí misma. Conoce la capacidad femenina: “Mi padre, cuando quisiere que le sirvamos en estas casas, denos buenos talentos y verá cómo no nos desconcertaremos por la dote. Cuando esto no hay, no puedo hacer servicio en nada” (Cta. 131, 7); solicita que se les trate como persona: “Y en esto hablo como quien le cuesta harto trabajo no le tener algunas personas con quien he tratado mi oración… se han divulgado cosas que estuvieran bien secretas -pues no son para todos- y parecía las publicaba yo (V 23,13); y apela a la fuerza que existe en cada una de ellas: Dejaos de temores, adonde no hay qué temer. Si alguno os los pusiere, declaradle con humildad el camino. Decid que Regla tenéis que os manda orar sin cesar y que la habéis de guardar. Si os dijeren que sea vocalmente, apurad si ha de estar el entendimiento y corazón en lo que decís” (CE 36,5-6; CV 21,9-10).


Teresa se une al elenco de mujeres de todos los tiempos que han rechazado por diferentes medios y de forma creativa, el sexismo de los modelos tradicionales sobre la identidad femenina. Como ellas, la Santa arriesgó nuevas interpretaciones y nuevas narraciones sobre el ser de la mujer. Su CONVERSIÓN consistió entre otras cosas, en la conexión con la bondad, el poder y la capacidad en sí misma y en las demás, transformándose para bien de todas nosotras, en NARRADORA DE LA BONDAD Y EL PODER DE LAS MUJERES COMO SUJETAS ACTIVAS EN LA HISTORIA.



[1]     Estoy convencida de la importancia de narrarnos. Coincido con pensadoras como Marcela Lagarde que dice: “La biografía, es un fenómeno que surge con la modernidad cuando aparecen las individualidades y cuando se empieza a pensar la propia vida. Los primeros que fueron biografiados fueron los hombres porque fueron los primeros individuos. En las mujeres contemporáneas todavía no tenemos conciencia de la necesidad biográfica. Hacer la biografía quiere decir historizar nuestra vida, dejar de vivirla como algo natural”. Sacado de su libro: CLAVES FEMINISTAS PARA EL PODERÍO Y LA AUTONOMÍA DE LAS MUJERES.

[2]     Cfr. Joan F. Cammarata, en “El discurso femenino de Santa Teresa de Ávila, defensora de la mujer renacentista”. Localización: Actas Irvine-92: [Actas de XI Congreso de la Asociación Internacional de Hispanistas]. Texto completo (pdf), Pág. 1

 

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Comentarios: 7
  • #1

    Claudia (sábado, 21 mayo 2011 15:28)

    ya habia tenido la oportundiad de leer tu escrito. Sí, la narrativa de experiencias permite desarrollar el sentido para interpretar el acontecer de Dios/a en la vida de cada una/o. Además que nos ubica no en un plano dircursivo, ó solo racional (aunque también en estos a lo mejor, que como todo lo humano: también SON BUENOS) y tal vez nos ocurra lo que dices "encontrarnos con nosotras mismas".

  • #2

    luis fernando arboleda chaverra (jueves, 26 mayo 2011 07:07)

    me parece interesantisimo este escrito, hojala todas las teresianas lo lean para que se den cuenta que no es cantaleta cuando se las habla que la mujer de hoy si debe procurar imitar muchas de las enseñanzas de nuestra teresa..volver hacer tiernas ,femeninas, respetuosas.

  • #3

    Nancy Olaya Monsalve (jueves, 26 mayo 2011 09:39)

    Hola Luis Fernando ¡gracias por tu comentario!!! Bien dices que debemos tener en Teresa de Jesús, Mujer Grande, un referente auténtico de feminidad. También los hombre tanto como las mujeres, podemos beber en ella, esas claves para convertirnos den personas centradas en la humanidad que ya está en cada una y cada uno.

    Un saludo de corazón, con la esperanza de que todo esté transcurriendo bien para ti.

  • #4

    Nancy Olaya Monsalve (viernes, 22 julio 2011 15:07)


    Luis Fernando, he estado pensando mucho en tu comentario... y estoy contigo, debemos aprender de teresa esas cualidades que enumeras. Añado unas cuantas más que se coligen de los textos que estamos leyendo:
    - Critica del machismo de su época
    - Valiente frente a los conflictos que generaban sus posturas y sus narraciones.
    - Profundamente fiel a si misma, sin dejar que los otros u otras determinaran su proyecto de vida....

  • #5

    Teresa del Pilar (miércoles, 14 septiembre 2011 16:41)

    Hola Nancy!

    Esto es una joya de recursos!! Te felicito, debiéramos de ir dándolo a conocer más. Yo lo hago con mucha gente que valora y aprovecha estos aportes. Lo voy meditando poco a poco. Un abrazo grande

  • #6

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (domingo, 22 enero 2017 19:16)

    Claudia, tarde pero quiero reaccionar a tu comentario. Como bien dices, la narración nos ayuda a tomar consciencia de lo que vivimos y como lo vivimos. Nos ayuda sobre todo a darle lugar y valor a la propia experiencia. Bendiciones!!!

  • #7

    Nancy del Socorro Olaya Monsalve (domingo, 22 enero 2017 19:17)

    Saludos querida Teresa del Pilar!!!